¿Violencia contra la mujer?: Causas

La ONU en China, 1995, introdujo en su agenda la categoría de "violencia de género". La persona había desaparecido. También las causas de esa violencia.

Los medios de comunicación se hicieron eco de la llamada de la ONU, sin la menor crítica. Hoy aparecen en los periódicos y telediarios cada una de las muertes de mujeres a manos de los hombres. Se les llena la boca con sus defensas.

También los Estados defienden la causa de la mujer. Al menos, así lo parece. Sin embargo, tan amigos de las estadísticas como  son, Estados y media, se dejan en el tintero que la "mayoría" de las mujeres que sufren esta violencia en el ámbito de la convivencia doméstica, no están casados como Dios manda.

Esto quiere decir que se trata de uniones civiles, en el mejor de los casos, y de relaciones de "pareja" ---como aconsejó la ONU que se les llamara ya desde el lanzamiento del año de la "familia" en Malta, 1993--- a cualquier tipo de unión "bajo el mismo techo". 

No estamos proponiendo aquí que la gente se case por la Iglesia a rajatabla. Ni hablar. Se trata, solamente, de analizar las causas de esta violencia. Entonces veríamos que el matrimonio entre un hombre y una mujer, que se comprometen a permanecer unidos por el amor, de por vida, es la formación social en donde menos delitos contra la mujer y los hijos ocurren.

Por tanto, si el Estado ---perdón, y la ONU, que sabe ahora de todo--- ven "científicamente" que los verdaderos matrimonios son fieles y educan a sus hijos  de acuerdo a su naturaleza de persona, como hombre o mujer ---ahí no hay género neutro que valga: sólo en la gramática se dan esas claves--- entonces, como verdaderos laicistas que son, promoverían ese tipo de uniones que tanto favorecen a la mujer a la que quieren salvar de los malos tratos. 

Es decir, estos organismos oficiales que buscan el bien común de la sociedad, no del género, sino de las personas concretas, no tienen necesidad de "convertirse" a una religión específica para salvar a la mujer; por el contrario, deben observar qué caminos conducen a su bienestar y cuáles no.

Entonces, los media, procurarían en serio defender esas uniones que lo son para toda la vida, en donde el amor rige la permanencia de esa estructura.

Además, en este mundo tan materializado, se darían cuenta en seguida de que estos cuidados sociales les saldrían completamente gratis. Cuando hablan de "pareja" sentimental (¡?), se debe ir hasta la raíz de la unión y llamarla por su nombre: esposos, concubinato, amasiato, furcias y furcios en contubernio, arrimados de conveniencia, etcétera.

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