Entradas

Mostrando entradas de julio, 2020

La soberbia de los buenos...

Imagen
Hace hoy 80 años, el 29 de julio de 1940, el fundador del Opus Dei, Escrivá de Balaguer, ocupaba la casa de la calle Diego de León en Madrid, aunque él llegaría a vivir ahí unos meses más tarde, en octubre.  En esas fechas, se habían levantado toda una serie de calumnias en contra de san Josemaría. Le asediaban por todas partes, y  tantas injurias y acusaciones le llegaron a quitar el sueño. Él las llamaba la "contradicción de los buenos". Esa noche bajó al oratorio y rompió en sollozos, diciéndole al Señor presente en el sagrario: "Si tú no necesitas mi honra, yo ¿para qué la quiero?".  A veces puede ocurrir en nuestra vida algo similar, cuando personas cercanas han dedicado años el tiempo de su vida en la tierra a quitar la fama a  quienes convive  para acabar con su prestigio. Cuando todo se vale para conseguir el fin, se va sembrando  por todas partes sigilosamente  la semilla de la cizaña, para ir asegurando  la victoria.Y el mal es tan retorcido que

La necesidad del "misterio"

Imagen
El misterio conecta el mundo real de lo asequible con el más allá. Podríamos decir que el misterio consiste en la miopía humana cuando contempla el plan de Dios. Todo sin salir de la realidad . Es paladear lo inalcanzable; es respirar los olores de una sabrosa comida todavía escondida a los ojos; es una puesta de sol espléndida, augurio de un amanecer supremo; es el mar sin orillas; es tener aquí y ahora una forma inexplicable, la que ni el ojo vio, ni la palabra por tanto puede decir. Es como la vida. No se sabe cuándo comienza ni su término. Las "Idas y venidas", pintura de Paul Gauguin, ¿no son acaso movimientos del querer divino? Sin saber cómo estamos aquí, ahora; con una llamada a concretar, con una esposa a la que amar, con unos hijos a quienes encaminar a su fin. La pérdida del misterio va unida a la pérdida de la fe . Mientras uno cree que todavía es el artífice de una parcela de su vida, pequeña o grande, no está en condiciones de aceptar el designio amoroso

¿Por qué tenemos hoy más siervos que sabios?

Imagen
Han pasado muchos años desde 1636, fecha de la fundación de la Universidad de Harvard, la más antigua de Estados Unidos,  donde se exhibe en el escudo su razón de ser: veritas, palabra escrita en tres fragmentos verticalmente: "ve ri tas". La Universidad de Oxford imprime también en su escudo la leyenda " Dominus illuminatio mea"  (El Señor es mi luz), desde el siglo XIII. Y l a Universidad de Navarra cuenta lo mismo en su escudo de otra manera: el arcángel san Miguel ha doblegado con su lanza al dragón, padre de la mentira: Satanás.  Quizá el de Harvard es el caso más claro y simple a la hora de marcar, de perfilar, el fin de la universidad en su escudo. El reclamo actual  de  libertad , se obtiene a partir de la verdad . Cuando ésta se descuida, como ocurre ahora con la omnipresencia del "relativismo", la libertad  se esfuma. No nos vendría mal repasar las intenciones y su concreción en cada una de las universidades de nuestros días. Se cue

Las proezas de este mundo quizá sean necesarias, pero no "suficientes"

Imagen
Petra, Jordania, siglo I. Estamos acostumbrados a las proezas de nuestros contemporáneos. Por ejemplo, cruzar el Atlántico en solitario en una embarcación de vela, ir y regresar a la Luna, atravesar la Antártida y llegar al Polo Sur sin más ayuda que la de unos esquíes macilentos, o batir el último récord del maratón. En 1894, el barón Pierre de Coubertin dio con el lema de los Juegos Olímpicos: ¡"Más rápido!. ¡Más alto!. ¡Más fuerte!." Ponía el énfasis en la "dificultad", o en su superación. Pero el mérito no está en vencer lo  más arduo, sino en lograr el mayor bien. Esta idea, de otra manera, san Ignacio de Loyola le susurró al oído de san Francisco Xavier cuando todavía era un estudiante agraciado en la Universidad de París: "¡De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma! Así, el de Loyola, Azpeitia, , y el de Xavier, Francisco, unieron su vocación como sus lugares de origen lo estaban en el Reino de Navarra, para alcanzar la santidad. Sin

¿Ocio nocturno? ¿Qué significa? ¿Hasta cuándo la mentira en el periodismo?

Imagen
Este personaje se suicida en la cárcel después de emprender innumerables neg-ocios  relacionados con la prostitución VIP y las drogas en Estados Unidos. Quienes degeneran las costumbres, no se detienen, por supuesto, ante el lenguaje. Más bien, lo prostituyen también para enmascarar la indecencia de sus intenciones y andares. Vamos por partes. Ocio , desde el tiempo de los griegos, significa escuela. Es el lugar donde se enseña la contemplación de la verdad . Esta tradición se va a instalar incluso en el pensar de la Edad  Media y en su relación con la vida contemplativa. Pero poco importarían estas pinceladas de historia si no calaran en los fundamentos del hombre. El hombre fue c reado para trabajar . Pero ese trabajo primero consistía en contemplar lo creado, es decir, mirar sin tensión (algo distinto del "ver", que consiste en una "actividad") y dar un nombre a cada cosa que es al conocerla . Hoy se ha forzado el concepto de ocio a zonas insospecha

En tiempos de incertidumbre, "sólo Dios basta"

Imagen
En tiempos de incertidumbre, "sólo Dios basta". Cuando un lector se adentra en las lecturas de revistas y documentos con la efigie vaticana incluso, se puede quedar asombrado de las fruslerías vertidas en sus páginas con aire pontifical, como si de la voz del "altísimo" se tratara. Se trata más bien de chismes siempre al borde del sensacionalismo con el fin de atraer lectores a sus presentaciones, y mejor si crean controversia sobre temas candentes. La pena es que la gente está confundida. Los "silencios" de quienes deberían hablar claro de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, contribuyen sin pretenderlo a ese protagonismo de la "opinión pública", alejada de las verdades publicadas, por ejemplo, en el Catecismo de la Iglesia Católica. Aunque este documento tardó un poco en publicarse, años  después del Concilio Vaticano II, han quedado muy claramente delineadas las líneas de "continuidad" de la Iglesia desde siempre. El s

La Virgen María no nos visita porque sí: dice y se cumple lo dicho

Imagen
Hay una serie de autores que, atraídos por las apariciones de la Virgen María, buscan en cada minucia de las narraciones, algo sensacional. Cuando no lo hallan, bien buscan en los la trastienda  de los  sucesos y se entretienen en asuntos desleídos en dimes y diretes, o se empecinan en hacer hablar a los tiempos como si de profecías puntuales se tratara. Vayamos por partes. Primero, la visitas de la Virgen a la humanidad no son producto de una fantasía. Todas sus visitas son reales, pero nadie está obligado a creerlas. Entonces partimos del hecho de su verdad a la que, libremente, cada quien se adhiere si quiere.  Sin duda, cada visita suya trae una indicación concreta para facilitar la salvación de los hombres.  La primera visita de María de la historia ocurre justo después de la Anunciación del Ángel Gabriel. Partió, "apresuradamente", nos cuenta su biógrafo Lucas, hacia las montañas de Judea para visitar a su pariente santa Isabel, ya mayor, en su sexto mes de e

El enemigo, invisible, de la Iglesia es la "indiferencia"

Imagen
Como si fuera una reedición de la parábola del " buen samaritano". Creo que la "indiferencia" es la peor plaga de nuestro tiempo, y también de ayer. ¿Por qué? Porque deja al hombre indefenso frente al mal. Quien nada puede "creer", nada puede "esperar". Es terrible. Ahora, estamos atravesando una etapa difícil en todo el mundo, debido al Covid-19. Es la primera vez que este "bicho" entra en acción. Tan diminuto es este virus  que no se puede ver. Se propaga en el aire y en cuerpo humano. Nadie sabe exactamente cómo. Pero los países más poderosos de la tierra, no pueden frenar esta invasión: un ataque mortal. Cuando lo "malo" es invisible, es lo peor. Algo así pasa con la presencia del diablo. Sin saberse cómo, se adentra en el alma del hombre para seducirlo con atractivas propuestas, contrarias a su naturaleza. Y lo pervierte, desviándolo de su fin .  El gran pensador francés Jean Guitton, amigo de san Juan XXIII y

Asomarse a la historia de las palabras ilumina la "realidad"

Imagen
Hoy son muchos los que usan la voz " álgido"  como sinónimo de caliente... Si es cierto que las palabras nacen al ajustarse el entendimiento a la realidad, entonces, o bien la realidad cambia o cambia la percepción de la misma con el tiempo, a juzgar por el uso y desuso de algunos términos, o por su variación.  Decimos lo anterior porque hay palabras venidas desde hace siglos tal como hoy las conocemos, como sería el caso de robar , cuyos primeros rastros se encuentran hacia 1140. Por supuesto, esto no se debe a que el "robo" como tal ha sido una constante en la historia; parecería más bien  que, en este caso,  la acción  negativa, una vez fijado su origen en una lengua (en este caso el germánico) se extiende a otras (esta expresión se vuelve común en la mayoría de las lenguas romances), y no sufre variaciones. La voz suegra , por ejemplo, no ha variado desde mediados del siglo XII, proveniente del latín, como si nadie se atreviera a tocarla. Rocín , por

El abuso de los extremos

Imagen
En las ideologías y en la vida, en el pensamiento y en la acción, las cosas se pueden salir de cauce. Incluso quienes viven alejados del mundo, recluidos en un monasterio, pasan por pruebas difíciles en su carrera religiosa. Por ejemplo, al leer las vidas de los santos nos encontramos representaciones claras de estos extremos. Algunos, llevados de su celo, castigaban su cuerpo con rigurosas penitencias, al punto de poner en riesgo su salud. Otros, sin embargo, como nos cuenta la Teresita de Lisieux, hacían raspando lo debido, sin amor, convirtiendo en áspera su elección de vida y la obediencia a su estado. Unos y otros, se iban a los extremos, sin darse cuenta del peligro encerrado en esas maneras de conducirse, no exentas de amor propio y carentes de amor a Dios. También en el matrimonio se pueden ver ejemplos similares en aquellos padres cuyo rigor apenas deja lugar a la libertad de los hijos para hacer suyo el camino debido; y la dejadez de otros, sin pautas de vida claras en s

La grandeza del hombre ordinario

Imagen
El camino de lo ordinario se une a la fronda del bosque La noción de "hombre ordinario" es, quizá, una de las expresiones más desterradas del  léxico del hombre moderno, siempre hambriento de sobresalir y de grandeza. El hombre, entonces, en ese aspirar a "ser como dioses", pasa por alto la sencillez de su venida al mundo, dejado en su desnudez, a partir del barro, en la tierra donde va a crecer y multiplicarse. Por esa razón, el "hombre" perfecto, llegada la plenitud de los tiempos, enseña el camino de la "plenitud" del primer hombre creado: va a nacer en  la oscuridad de una cueva, de noche, sin más abrigo que el cariño de sus padres, María y José, y la visita de unos pastores cuya tarea, a falta de un lugar donde guardar el ganado durante la noche velan, al raso, la integridad del rebaño. Sólo a ellos  se les revela la grandeza del momento histórico donde el Salvador del mundo, se abaja, y revestido de humanidad, viene a conviv

Los agoreros en tiempo del coronavirus

Imagen
Sonrisa de tiempos ¿adversos? ¿Qué hacer en tiempo de coronavirus? Las notas de los periódicos y otros medios de comunicación, salen a pasear todos los días. (Fíjese bien: digo "notas" y evito decir "noticias". Noticia viene de "conocimiento, pero las notas proceden de las ocurrencias de los redactores, de la necesidad de llenar las páginas con algo, y se ha dado así paso a las llamadas, hoy menor que nunca, fake news ). Pero esos paseos mediáticos dejan olor a podrido. Las conversaciones del público destilan hartazgo cuando se refieren a esta epidemia del coronavirus. Las cifras van y vienen, siempre distintas, con declaraciones a modo de excusas para los altibajos de las estadísticas, dando predicciones inverosímiles sobre la vida, los astros, y, a veces se atreven a polemizar sobre el fin de los tiempos. Profesionales de la noticia convertidos en alcahuetes. Se asoman al alféizar de sus ventanas para otear los nubarrones del día y dejan al alb

Aprender a discernir: todo un logro

Imagen
Todo parece igual cuando no  se sabe discernir. Esto es válido para un paisaje o para la palabra. Sólo así nos explicamos cómo apenas unos árboles en un cerro pueden llenar el corazón de los provenientes de ese terruño, invocando tiempos pasados llenos de aventuras y recuerdos, cuando se les interpela sobre ese lugar sin distinción, sin algo que descolle entre tantos lugares parecidos. Sin embargo, para el nativo, ese promontorio con apenas adornos de la naturaleza, representan para él la diferencia, lo único, digno de guardarle en la memoria para seguir identificándose con ello. De la palabra, podríamos decir otro tanto. Son a veces decenas y decenas de palabras refiriéndose a lo mismo, pero de manera distinta, lo suficiente para ser guardados en la memoria, y a pesar del pesar del paso del tiempo, siguen en el pensamiento y en los coloquios de lugareños y transeúntes. Este acopio de palabras se parece a la coraza usada por los guerreros de antaño. Dan seguridad y con ella

¿"Ir de corbata"..., o "ir a la moda"?

Imagen
Adán y Eva..., justo después. Ahora es verano, y el calor arrecia. Además nos ronda el ¨bicho" viral, que no se cansa de hacer de las suyas, causando enfermedades y muerte a su paso. Por tanto, entre la calorina y los cubrebocas, el "ir de corbata" no pinta nada en el atuendo de a diario y esta prenda está destinada a quedarse en casa. ¿Para siempre? Aprender a vivir es uno de los secretos de la vida (aunque hay alguno más). El atuendo trae de cabeza al mundo, y el negocio de la moda juega con este delirio de pequeños y grandes. Ir a la moda. Parte de esa moda, el "ir de corbata" al trabajo y en las celebraciones sociales se había convertido en un rito; pero vamos viendo cómo el arraigo de tantas costumbres buenas y recias se va deshebrando unas veces por capricho, por terquedad o por llevar la contraria; pocas, por necesidad.  La "inteligencia" consiste más en pegarse a las cosas, a las personas, como son, más que como nos parece o dejánd

El laberinto de la jubilación

Imagen
El laberinto de la jubilación 1.      El hombre ha sido creado para trabajar. Sin trabajo se pierde el sentido de la vida . Incluso los monjes, fundadores de Europa y de su cultura con san Benito (cuya fiesta se celebra el 11 de julio) empleaban la fórmula: ora et labora . Las gentes se morían trabajando. 2.      La revolución industrial cambia las cosas para el hombre. Se avanza con la tecnología, pero el hombre se queda a la zaga. Se deben crear mecanismos para el fin de la vida laboral: el retiro (o jubilación). 3.      La revolución digital, vuelve a cambiar las cosas para el hombre. Parece que las nuevas tecnologías no facilitan el trabajo del hombre. Los jóvenes lo padecen. Los mayores se ven desbordados. Difícil incorporarse al trabajo a los 50. Se habla de la robotización de la sociedad. 4.      Trabajar , ¿en qué consiste? Entregarse la persona entera en la producción de un bien. Si se es “profesional”,   a cambio de una remuneración. Entonces, si