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Mostrando entradas de agosto, 2015

¿Optimismo cristiano?

La "propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable" es la definición dada de optimismo  por la RAE (Real Academia Española). La misma Academia define realismo como la "forma de presentar las cosas como son, sin suavizarlas ni exagerarlas".  ¿Qué diríamos entonces del cristianismo, que  trata las cosas con optimismo o bien como son, de una forma realista? Para muchos hoy la Iglesia va de capacaída. Cada vez más gente ni siquiera cumple con los mínimos, los escándalos ocurridos en su seno se divulgan por doquier, y las verdades de fe se ningunean o cambian  por  la opinión pública, que, al fin y al cabo, no compromete a nada y deja las manos libres para arrimarse al sol que más calienta. Entonces, ¿qué diríamos? Se puede argüir que si bien todo eso es relativamente cierto, no es el todo. Si comparamos los orígenes de la Iglesia que con los esfuerzos de san Pablo, había llegado hasta Roma para formar  unas cuantas comunidades esparcidas por el

Cuando todavía hay tiempo

Apenas amanecía. Un soplo intenso sacudió la habitación. Era un terremoto. Las cosas bailaban en las estanterías. Y el largo oscilar del suelo, onduladamente, casi mareaba.  El logos, elemento inteligente, va ordenando el caos para inducir  orden y, así, paulatinamente, transformarlo en  cosmos.  Por decirlo de alguna manera, si se produjera un descuido en ese logos , racional, aunque sólo fuera por un instante, el desorden saltaría a un primer plano, destacando entonces los primeros efectos de lo que bien pareciera ser un ensayo del principio del fin. Una sutileza abstracta, elegantemente pensada,  responde en silencio al desorden aparente con una ecuación inimaginable para caulquier criatura, que se va resolviendo mientras el hombre avanza en la vida en el ámbito del espacio y del tiempo, hasta llegar a un punto final, abierto  al infinito, donde la luz diáfana se convierte en el todo del paisaje, desde donde arranca el ser humano para transformarse en  luz, más brillante que

La pobreza según el papa Francisco y Benedicto XVI

Verdaderamente la pobreza en el mundo es un flagelo difícil de justificar. El papa Francisco se ha referido a la pobreza continuamente desde el principio de su pontificado. Habla de una pobreza material, de los habitantes de la periferia en las ciudades, de países y continentes endémicos ante la falta de lo mínimo para poder valerse por sí mismos y sacar la familia adelante. En su reciente viaje de regreso de Sudámerica a Roma, un periodista le preguntó por qué si la clase media es la que trabaja y paga impuestos en cada país, no se menciona nunca en sus discursos. El Papa se quedó pensando, y le respondió dándole las gracias por llamarle la atención sobre este aspecto de la vida. Le dijo después que se lo iba a pensar, pues en ese momento no tenía nada que decir, excepto que la pobreza integral y masiva de las clases menos favorecidas era causada por esa clase alta que estruja con su poder y egoísmo  a las personas sin los recursos necesarios.  Cuando se repasan los textos de

¿Crisis económica o de valores?

Cuelan los mosquitos y dejan pasar el elefante. Así estamos. Una parte del mundo llora por el estado de la economía; la otra parte, se está forrando en miles de millones.  Por eso, decir que la economía está mal merece la respuesta del humorista Gila, cuando le preguntaban, ¿cómo está tu mujer? Solía responder: "Comparada con quién". Este estado de la economía, dicen, se debe al movimiento devaluatorio de la moneda china, el yuan. Pero resulta increíble que las decisiones de un solo país, calienten y enfríen simultáneamente a tantos otros. Los sabios responden: "Es la globalización", como si de una señora olisca y gorda se tratara. La verdad es que no nos importa mucho que se esté creando o no  una tensión financiera ",  como hoy se le llama a los desequilibrios producidos en el seno y entre los países. Lo que de verdad sí  nos importa es que las personas se todos esos países, continentes enteros, sufran sin saber por qué, y que de la noche a la mañana

Iniesta, el fútbol y la vaciedad interior

Cuando la gente mira  los astros, se ciega. Me refiero a los astros de carne y hueso. Se tiende a creer que todo en la vida de estos hombres y mujeres, tan traídos y llevados por los media , descansa en un lecho de rosas. Sabemos que no es así cuando culminan esas vidas en tragedia, aunque sus seguidores continúen  celebrando la memoria de estas estrellas fugaces ya  caídas. En un hecho poco común que un jugador como  Andrés Iniesta, pertenecinete al club de fútbol Barcelona, casi sin querer, como si se tratara de un desliz, descubra  sus muchas ilusiones por conseguir, aunque abunde en dinero, fama y tenga una familia. Y aquí viene lo inédito: "No por tenerlo todo te sientes lleno, sino que a veces te sientes vacío y no sabes por qué. No todo  es lo material o lo que consigues; eso no da la falicidad", confiesa Iniesta. Por supuesto, el reportero de El Pais no abunda en esa enorme veta de su vida que le abre el astro del Barcelona. Sin embargo, si se explorara esta

El talón de Aquiles socrático

El pecado original es una realidad que no se puede soslayar, si de verdad queremos entender la conducta del hombre. La primera idea que se nos viene a la mente, bien la podríamos denominar socrática.  Para este pensador de la Grecia clásica, el conocer el bien nos debe llevar a actuar bien. Sabemos, sin embargo, que ése no es el caso, como reclama san Pablo, cuando se lamenta de hacer no el bien que quiere, sino el mal que no quiere. La explicación dada por el apóstol de las gentes radica en su "cuerpo de muerte". Es decir, experimentaba el tirón de las pasiones que, desentendidas de su fin, incitan a un sentirse bien, cosa, en principio,  completamente distinta del bien mismo. Mientras los sentires van y vienen, según los apetitos sensibles y concupiscibles del cuerpo, el bien mismo es hacia lo que "se tiende", que decía Aristóteles, con independencia de las ganas de hacerlo.  Ese bien es el de la persona entera, el que se relaciona con la trascenden

La historia más bella del mundo

La historia, narrada a continuación, es la más bella. Pero, ¿por qué? Porque es verdad. Además, el relato es sucinto. Que Dios se haya hecho hombre por amor al hombre. Esta es la historia. En esta frase, breve resumen de una historia, intervienen todos los ingredientes más atractivos de la vida.  En primer lugar, que haya un Dios. Es decir, que una persona encierre en sí misma todo el poder, toda la belleza, toda la bondad, y, que al ser idéntico a sí mismo, es la suma verdad. Todos los demás héroes de la humanidad, reales o verosímiles, palidecen en sus logros al considerar sólo el de nuestro Dios: creador del universo entero y del hombre. Un hombre que no cesa de contar en años luz las distancias a otras galaxias, que no acaba de compenderlo siquiera en medio del silencio sideral, pues le rebasa totalmente. Asimismo, el tiempo de la formación de este universo se cuenta por millones de años, sin saber lo que estamos diciendo porque rebasa nuestra experiencia. Y en el centro

La gracia de escuchar

Escuchar. La vida entera se encierra en relatos.  Así aprendemos la tradición, las costumbres,  las historias de la patria. No nacimos ayer, pero tampoco lo sabemos todo. Quienes se  creen muy originales, quizá no han escuchado lo que se decía en su entorno, desde niños, en  familia. Las hsitorias de la creación del universo, de la aparición del primer hombre sobre la tierra, de que la felicidad es posible si queremos de verdad recorrer el camino que conduce a ella. Así sucedía en las narraciones infalntiles, en las tertulias entre amigos, en las leyendas que, desde antiguo, nos han dejado nuestros predecesores. Las palabra nace con el sello de la realidad. Si no hubiera cosas reales (más allá de lo imaginado y lo virtual), las personas no hablarían. Por eso debemos respetar la Creación, so pena de querernos quedar mudos. Algo terrible. Sí, se puede argüir, que los animales tienen también las mismas cosas  enfrente y, sin embargo, no hablan.  Es cierto. Pero a los animales

Sensualidad y creencia

La gran lucha soterrada de este tiempo versa sobre la desbordada sensualidad y la falta de creencias. Al que ve, parecen decir, no le hace falta creer. Así, la pornografía, cuanto más cruda mejor,  se ha instalado en el epicentro de todas las convulsione sociales. ¿Que nos matan un cocodrilo? Bueno, la modelo de turno que jamás ha visto uno de verdad, posa desnuda a la manera de un cocodrilo. Ya está. ¿Que Putin corretea a los gays? Enseguida un enjambre de encuratrices se exhibe protestando en frente de la residencia del primer minsitro ruso. Ya está. ¿Que unos gays se sienten orgullosos, dicen, de serlo? Vayamos entonces jubilosos al centro de la ciudad, desnudos o casi, si hace falta, para que nos vean bien que somos pacíficos, que no molestamos a nadie. De la publicidad, mejor no hablar. Un agua de colonia se anuncia con dos exhibicionistas que nada añaden a lo que tratan de vender. ¿O sí? Da igual que lo anunciado sea un dedal; lo importante es encuerarse. Hoy se amenaza c

El deber de restituir la buena fama

El hablar mal de los demás se convierte con frecuencia en un quehacer divertido. Los medios se hacen eco de suposiciones, infundadas tantas veces, y las propalan sin el menor recato, sin querer darse cuenta del daño que hacen a quienes así injurian. Este desmembar a los demás con la palabra puede llegar a ser un grave pecado. No nos damos cuenta de que la dignidad de la persona, sea quien fuere, nos debería impedir tales obrajes.  Un ejemplo. Conviene repasar el cotilleo que se traían en pleno desierto, Aarón y su mujer. Les molestaba que Moisés hubiera tomado por esposa a una mujer extranjera al pueblo judío. Un hecho que ocurre cuando Moisés debe abanonar Egipto para salvar la vida, después de matar a un egipicio que golpeaba a un judío, mucho antes de que tuviera encargo alguno de parte del Dios de Israel. Pues bien, este Dios de Israel, que había sacado a su pueblo de Egipto, llamó para pedir cuentas de su conducta deslenguada tanto a Aarón como a su esposa, en la lla

San Lorenzo y Servet: la fe de dos aragoneses y la hoguera

Han transcurrido más de mil doscientos años entre la muerte en la hoguera de dos aragoneses, que, debido a la defensa de su fe, fueron condenados a morir en la hoguera. San Lorenzo, nacido en Huesca, España, muere en el año 257 en la ciudad de Roma. Era uno de los siete diáconos de Roma (un número igual al de los primeros de Jerusalén) en tiempos del papa Sixto, mártir y santo que murió tres días antes de Lorenzo.  Lorenzo se dedicaba al servicio de los pobres, según las disposiciones que, desde el tiempo de los apóstoles, dadas a los primeros siete diáconos de la Iglesia en Jerusalén, "hombres de  buena fama" y "llenos del Espíritu y de sabiduría". Aunque su oficio no se limitaba a la distribución de los bienes a los más necesitados, según podemos ver en la vida del primer mártir Esteban, hábil expositor de la doctrina cristiana, sin embargo, era la principal encomienda cuando fueron llamados al servicio especial de la Iglesia. Esteban dio la vida por predica

¿Debe el Papa conformarse con el mundo presente?

Ha hablado el Papa. Los divorciados no están excomulgados. La Iglesia es Madre y hay que cobijar a todos. Los medios de comunicación, o bien no entienden de qué va el asunto o quieren tergiversar lo que se dice en Roma. Han querido entender que, por fin, la Iglesia no excomulgará a los divorciados aunque se hayan vuelto a casar. Los media  aplauden que la Iglesia se va conformando con el mundo presente. Los media  han querido derivar de esto que si los divorciados están en comunión con las Iglesia, pueden recibir la comunión eucarística. El papa Francisco, sin embargo, nunca se refirió a tal asunto.  La precisión de estas posturas, presentadas, por ejemplo,  en Televisión española y en El País ,  es nula. Primero, la Iglesia nunca ha excomulgado a los divorciados, aunque se hayan vuelto a casar. Segundo, una cosa es la comunión con la Iglesia, y, otra, la comunión eucarística. Tercero, para recibir la comunión eucarística no se precisa solamente la pertenencia a la Iglesia, si

La política de niños "o" viejos no funciona

China va muy por delante de los demás.  Ya se han dado cuenta. La política del niño único instaurada al final de era de Mao, no funciona. Se consiguió con ella lo que el Estado quería: reducir  los nacimientos  en 400 millones. Las ciudades, las viviendas, los trabajos, se adecuaron con artificiosa rapidez a esas políticas de control natal. También las personas. Hoy los fondos de pensiones no se sostienen porque no hay jóvenes suficientes que ingresen al mercado laboral. Y los mayores de 60 años, ya rozan el 17%. ¿Solución? Que se permita  por ley , dice el Estado, tener más de un hijo, para revertir la tendencia. Pero...las ciudades se han vuelto carísimas para quien quiere tener más de un hijo. Los apartamentos raramente permiten que uno más pueda vivir en el ya de suyo restringido espacio de la vivienda. Los trabajos en las grandes ciudades, que es donde más se acusan las carencias, no permiten prestar a los hijos la atención debida. Y, sobre todo, las mujeres ya no qu