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Mostrando entradas de enero, 2015

El fin del mundo

Nadie sabe el día ni la hora.  Sin embargo, las especulaciones no cesan. Algunos, con cálculos humanos basados en información divina; otros, se ayudan de los rastros de la historia y conjeturan fechas precisas. Todos sucumben. Quizá la lectura del evangelio y de las cartas de los apóstoles, nos podrían ayudar en este deseo de saber cuándo va  a ocurrir ese momento, a partir del que las cosas ya no van a ser lo mismo. Llama la atención el cierre del evangelio de san Juan. Tiene sentido que al final, lo que le interesa a Jesús, se resume en la pregunta a Pedro: ¿Me amas? Creo que esto es lo único que importa. En el Apocalisis, que según el papa Benedicto XVI no es el mejor lugar para derivar fechas a partir de un pasaje, san Juan cierra, hace dos mil años, su visión difícil de entender,  con unas palabras del Señor: "Sí, vengo pronto". Lo mismo se puede leer en otros escritos de los primeros tiempos. En los escritos de Mateo, no se habla de estos asuntos temporales, y

En las catacumbas de san Pedro en Roma

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Si a la hora de morir no sabe qué poner en su epitafio, aquí le vamos a sugerir uno. Esta idea viene de una visita a las catacumbas que se hallan debajo de la basílica de san Pedro, en el corazón del Vaticano. La entrada se concede cada día a unos pocos, dado que el descenso se produce a través de unos corredores muy estrechos, que desembocan en la tumba del apóstol Pedro.  El camino hacia el sarcófago del apóstol, tiene a su derecha e izquierda una serie de tumbas, dado que ese lugar de la colina Vaticano se destinaba a un cementerio, pagano, al principio; luego, conforme los primeros conversos fallecían, también los cristianos se enterraban ahí. Digo esto porque el bajar, me llamó la atención una lápida. Tenia en el vértice superior derecho el anagrama del nombre de Jesús, caracterizado por dos letras del alfabeto griego. Lo interesante se descubría el leer el epitafio, escrito en latín: Aquí yace Cayo, que vivió siempre alegre, y siempre fue amigo de sus amigos.

Fiesta de santo Tomás de Aquino, hoy

Los biógrafos cuentan que santo Tomás de Aquino (1225-1274) recorrió a pie en sus viajes, "no menos de" 15 mil kilómetros, algunos de ellos atravesando los Alpes.  Era corpulento, y quizá el retrato que lo plasma mejor es el de Sandro Boticelli, unos años después de su muerte,  con una poderosa cabeza, la mirada penetrante, mientras sostiene un libro y un tintero en una mano, y en la otra, el recado de escribir. Su cabello, "rubio como el trigo" y escaso, según  Guillermo de Tocco, otro fraile de la orden dominicana, y autor de la biografía más completa de santo Tomás. Se ha hablado mucho del intelectual que impartía clases en la Universidad de la Sorbona, en París, pero se suele omitir que era un predicador estupendo cuando dirigía sus sermones a la gente sencilla, sin estudios, que le escuchaba con gran reverencia.  Cuando le tocó predicar en la basílica de Santa María la Mayor, durante la Semana Santa, sus consideraciones de la Pasión provocaban las lágrima

El tiempo importa

Es cierto: el mal abunda. La primera reacción de un alma noble, se encaminaría a erradicar ese mal que tantas veces quita la paz y la vida incluso de muchos. Pero el tiempo importa. Hay que esperar. Al final de los tiempos, se pondrán las cosas en su sitio. El trigo, lo bueno, irá a los graneros; la cizaña, al fuego. Hay que esperar. ¿Para qué? Cada quien tenemos un trabajo especifico. El nuestro consiste en sembrar la buena semilla. Aunque ahora no lo veamos, producirá un buen fruto. Mientras, no gastar ni un solo segundo siquiera para ir en contra de nadie. Nosotros estamos a favor de esa siembra de paz, que nos llenará de alegría. No tenemos tiempo que perder. El maldito siempre hará de las suyas. De noche. Cuando todos duermen.  Seguramente esa cizaña va a hacer mucho daño. Mientras haya tiempo, nosotros haremos lo que se pueda, que es mucho. Recuerdo ahora las palabras de Juan Pablo II: "La historia, pues, es para el Pueblo de Dios un camino que hay que recorrer

Hacia una sociedad sin restricciones: ¿Progreso?

Estamos cayendo en muchas partes del mundo en una situación donde el derecho no ocupa su lugar en la sociedad. Se cree que lo bueno y lo malo dependen de las consecuencias. Entonces, para no ser tildados de intolerantes, se deja hacer, se deja pasar. Esta latitud de miras, en donde se desdibuja cada vez más, el bien y el mal, va desde la familia a los colegios y sistema educativo, desde la empresa a los encargados de la política.  El centro de este modo de percibir la vida, se alimenta del relativismo. Parece que nada ocurre cuando quedan indefinidamente indefinidos los temas centrales de la vida y de la convivencia en la sociedad. La gente entonces, puede recibir halagos de parte de los  media  debido a la amabilidad con la que se conducen los padres, los educadores, en fin, los encargados del orden público. Ya no se puede exigir, cuando se deja de hacerlo una sola vez. Cada quien va adquiriendo la anormalidad de vivir sin normas sin más, porque todos lo hacen así. Las manifest

Europa tiene miedo

Sí, Europa tiene miedo. Se ve tras los atentados de París, el miedo de Europa. Millones de personas piden protección. Nadie pide una mejor redistribución de los recursos económicos, que quizá se halle en la raíz de muchas calamidades y guerras. Ahora comienza el temblor de los europeos porque Grecia ha elegido a un líder radical de la izquierda para gobernar el país. Un niño al que no le parece bien pagar las deudas contraídas por la  caprichosa manera de conducirse los socialistas de Papandreu, padre e hijo, durante décadas, que confundieron el desarrollo con el consumismo, a costa de lo que fuera. La corrupción, desde 1974,  ha sido una constante en Grecia, cuyos líderes han vivido del clientelismo y el autoritarismo, de espaldas a los procesos europeos.  Como es natural, a la hora de poner orden en un sistema así, las cargas caen principalmente  entre los más pobres, entre quienes más han sufrido. Y son los que ahora votan por el que creen que, sin pagar las deudas contra

¿Feliz mintiendo?

El reino de la mentira En los últimos años, se escucha con más frecuencia la pregunta: ¿Qué hemos hecho mal para que nos vaya tal mal? Esta pregunta se la formula de alguna manera el hombre de la calle; esa persona que debe levantarse temprano para sacar a su familia adelante, y regresa a su casa tarde para ver que tiene quizá lo justo para vivir. ¿Qué hemos hecho mal? Las respuestas a estas preguntas, cuando alguien no se maneja en la complejísimas redes de la economía y de la política social, se limita a decir algo que tal vez se a verdad, pero que no permite ver la luz al final del túnel: Es la corrupción; todos roban, y así nos va. En efecto, la corrupción es una forma de mentir, y cuando el reino de la mentira se extiende a otras circunstancias de la vida, a todos nos empieza a ir peor.  Eso no quiere decir que si decimos la verdad en el reino de la mentira, nos vaya a ir bien; pero por lo  menos comenzaremos a llamar a las cosas por su nombre, empezaremos a ser buenos,

Amor o prostitución

Veamos lo que nos indica san Juan Pablo II en su obra Amor y responsabilidad, hoy que a todo se le llama amor  y que se trafica impunemente con la mujer. "Si al amor se le quita la hondura del don y el compromiso personal, lo que queda está en oposición con el amor, es su negación, y acaba convirtiéndose en prostitución". Esta idea podría explicar la abundancia de fracasos matrimoniales. Desde el principio, se ignora esa cláusula de fidelidad implícita en el "compromiso personal". Vamos a ver si nos va bien, dicen algunos, al contraer nupcias. "El amor matrimonial consiste en el don de la persona y en su aceptación. A esto se añade el misterio  de la reciprocidad: la aceptación ha de ser, al mismo tiempo, don y el don de aceptación".  El amor es algo recíproco: el que sabe aceptar, sabe dar, no como hace el egoísta, sino el que ve en el valor de la mujer el valor de ésta (y viceversa).

El humor de Dios

¿Tiene Dios buen humor?  Si el "buen humor" es verdaderamente bueno, entonces, Dios posee el humor en grado sumo. Y, nosotros, como seres creados a "imagen y semejanza" de Dios, estaríamos llamados a tenerlo también en las circunstancias más dispares. Dios es amor. Esta definición  clarísima de san Juan, se manifiesta en cada intervención divina, aunque  muchas veces no alcancemos a entenderla. Sin embargo, el humor de Dios se manifiesta en aspectos que contrarían la  lógica humana,  sumados a eventos que son imposibles para el hombre. Es decir, para Dios no hay imposibles, según nos advierte en alguna de sus intervenciones. Es entonces cuando el hombre titubea porque se le saca del terreno firme donde suele pisar. Y es así cómo a veces, ex post facto  se vislumbra el afiladísimo humor divino, siempre conjugado, como una unidad, con el amor que él es. Por ejemplo, que a Abraham, le diga que va ser padre de multitudes, cuando su esposa estéril es de edad

China: ¿natalidad o crecimiento económico?

Nadie hubiera pensado que al gran emperador romano Marco Aurelio, uno de los mejores, le sucediera Cómodo, uno de los peores. La transmisión de poderes en un sistema determinado, no garantiza la calidad del carácter del sucesor. Llegar a pensar que el crecimiento económico depende de que nos "hagamos menos", en lo que a población se refiere. Al ser menos, nos tocará a más. Pues bien, en demografía racional, no funcionan así las cosas. Si una generación no reemplaza a la anterior, va camino de irse extinguiendo. Además, no quedan recursos suficientes para que un segmento cada vez menor de jóvenes, pueda mantener a una proporción creciente de viejos. Veamos el caso de C China es admirada hoy en todo el mundo, incluso por quienes se declaran campeones en la defensa de los derechos humanos, a sabiendas de que no se observan en ese país. Hace años, China realizó un plan que cortaba por la demografía. El ideal chino lo definía el Estado. Mao decretaba la conveniencia de que la

De la familia nace la paz

Todos quieren la paz: santa Teresa y Lenin. Pero cada quien buscaba el remedio en lugares opuestos. Resulta interesante que, Juan Pablo II, a la hora de dirigirse a lo que ha sido el anhelo   de paz de las gentes, aterrice el tema en la familia. Podríamos construir un silogismo. La paz nace de la familia; si la familia se vuelve endémica; entonces, difícilmente encontraremos la paz. El dictum medieval "si quieres la paz, prepara la guerra" ha ondeado desde siempre en los cuarteles de la milicia. Esta idea deja mucho de ser romana y medieval. Hollande y Valls, encargados estos días de sortear la andanada de opiniones manifiestas a favor y en contra de   manu militari, parece ser que se han inclinado por seguir el camino de la guerra parra alcanzar la paz. Ante el eminente peligro, dicen, debemos estar preparados para lo peor. Se puede recordar que el presidente Miterrand, quiso aliviar el hueco abierto en la tasa de natalidad de las francesas. Para ello instituyó un

Europa sin Dios

La tragedia de París. Millones de gentes marchan por las calles. En silencio y con carteles con alguna leyenda. Hay rabia en los rostros de muchos. Y también lágrimas de dolor porque la vida de algunos se ha escurrido entre los avatares diarios, y ahora nos damos cuenta de su ausencia. Los comentarios de quienes escriben en los media, en las redes sociales, tratan de dar con el quid de lo sucedido. No se explican que en el centro de la civilización europea y de la moda hayan sucumbido ante las balas de unos desalmados una quincena de personas mientras hacían sus tareas profesionales o iban al mercado a surtirse de lo necesario para el fin de semana. No hemos visto las imágenes de los que tienen fe y van a los templos a rogarle a Dios que nos proteja de lo que nosotros no alcanzamos a cubrir, por muchos cuidados que pongamos, por muchos policías en las calles. Da la impresión de que Europa se ha quedado sin Dios. Sabemos que no es así, pero lo que nos llega viene a ser los ramal

Dígale a Moisés: Voy de compras a Dubai

Ir de compras al desierto. Nadie en su sano juicio haría tal cosa. Pero 80 millones de personas pasaron por Dubai el año pasado. Las caravanas de mercaderes en Medio Oriente datan de tiempos inmemoriales. De Bagdad a Egipto pasando por Damasco el comercio de resinas, perfumes, inciensos y metales preciosos ha sido el modus vivendi de las tribus que bordeaban la vida del desierto. Pero los fenicios supieron extenderse por todo el Mediterráneo para llevar hasta Europa las bondades del intercambio de productos.  El arte del comercio, sin duda, tiene sus raíces en las actividades de estos visionarios prácticos, capaces de vender piedras si la situación se torna difícil para la supervivencia. Por ejemplo, el rey Balduino II de Constantinopla en 1238 empeñó la Santa Corona de la pasión de Cristo  con un veneciano, venerada en Bizancio, para salir de las deudas que le acogotaban; esta decisión encendió la ira de san Luis, rey de Francia, que no cesó  hasta haberla  adquirido. En prim

Ratzinger y la voz de la conciencia

Hacer el bien; evitar el mal. Esta es un principio que, si se vive, a todos nos va a ir mejor. En seguida surge la pregunta: ¿Y qué es el bien? ¿Para quién? Hace unos cuantos años, el profesor Ratzinger discutía con colegas suyos de la universidad, sobre los responsables de las matanzas del nazismo.  Muchos de ellos quitaban la responsabilidad a quienes ejecutaron a sus víctimas. El argumento era que ellos se habían limitado a obedecer. Al profesor Ratzinger le costaba trabajo admitir tal postura, y pensó durante muchos años sobre cuál sería la postura moralmente buena. La respuesta primera que sigue siendo válida hoy es que uno tiene la obligación de seguir su conciencia. En última instancia, después de ponderar los elementos que intervienen a la hora de tomar una decisión, se debe seguir la conciencia. Pero las reflexiones de Ratzinger le llevaron a asentir con esta tesis, que sigue siendo válida. El problema no estaba en seguir la conciencia o no, sino en si la persona

Los periodistas y la caridad

En los debates de estos días a raíz de la tragedia de París, buena parte de los periodistas, de buena talla intelectual, lamentan la masacre perpetrada por unos guerrilleros metidos en la red de Al Qaeda. Se interpreta esta matanza como un intento más de acallar las voces de la libertad. Pero junto con las lamentaciones, que se han extendido como un río de lava por las avenidas de tantas ciudades del mundo, da la impresión de que los periodistas quedan libres de vivir la caridad. En general, casi todos justifican, en cierta manera, que los redactores de la revista semanal Charlie Hebdo trataran a las personas como si fueran, en muchas ocasiones, un trapo sucio que no tiene derecho alguno. La defensa de esta vida carente de caridad para con los demás en el ejercicio de la profesión, la fundan  en el derecho de a criticar, nacido del derecho a  la libertad de expresión. Desde luego, no se pueden imponer los valores a nadie. Pero llama la atención que, en Europa, la cuna del crist

El buen vino y la palabra

El vino alegra el corazón del hombre. Este dicho tiene más de 3 mil años, recogido de un pasaje bíblico. No creo que nadie hoy niegue esta aseveración. Ocurre algo similar con la palabra. La palabra buena, va al corazón y lo alegra. Ese llegar al corazón lo tenía muy presente Pascal: "Razones tiene el corazón que la cabeza no entiende". La palabra mala, como el vino malo, agría el alma de quien la recibe. La pregunta que me viene enseguida, es porqué hay quienes quieren producir vinos agraces o diseminar palabras que hacen daño al otro. Sin duda, son personas que han sufrido mucho, tanto que no han conocido el amor en la familia, raíz de todos los males. En la carta a los Romanos, Pablo llega a decir, que las palabras pueden llegar a "corroer como la gangrena". Desde ahí se remonta la historia del mal decir. A veces, vinos muy buenos deben esperar 15 o más años en la botella para decantarse y resultar agradables al paladar en grado sumo. Si uno despacha ese vi

Yo nunca seré Charlie o los límites de la libertad

Arde Paris. Y Francia. El ataque terrorista ha encendido los ánimos de los ciudadanos franceses y de otras partes del mundo. La tragedia, vista por expertos columnistas,  tiene varias lecturas. Una, la más generalizada, aboga por la postura profesional de los periodistas y caricaturistas de ejercer su cometido sin cortapisas. La segunda postura reconoce que la falta de respeto a los demás puede sembrar tempestades, y si bien algunos profesionales  no llegarían tan lejos en las provocaciones, admite, sin embargo, que podría haber alto útil en esa manera de tratar el tema para la comunidad. En efecto,  la libertad  ilimitada  (más allá de lo marcado por la ley) y la utilidad definirían entonces los parámetros de la actuación profesional de quienes se dedican a las labores informativas, y, como ampliación, a otras profesiones.  Los de la plantilla de Charlie Hebdo no tenían límites en sus provocaciones y la falta de respeto a las personas, a sus creencias y valores eran la forma de

Fidelidad en la familia

La más grácil y noble de las mujeres, María, huye de noche hacia Egipto en un pollino llevando en su regazo a su hijo, Jesús, acompañada de su esposo José. No sabemos más, excepto que debían esperar el momento adecuado para regresar a su tierra de Israel. La historia de las mujeres suele quedar casi siempre en un segundo plano. Pero son ellas las que saben esperar y amar. Y porque saben pueden enseñar a hacerlo.  La fidelidad es la virtud que resume el amor en la espera. Y la mujer, en este aspecto, ha sido, y es todavía, la fuente que nos queda para aprender esas virtudes tan necesarias en la vida de una familia, de una sociedad. La mujer debe seguir siendo ella misma, para que se vayan aminorando muchos de los problemas que hoy nos acucian. 

Hambre de verdad: La consecuencia del relativismo

Relativismo. Una posición vital de despreocupación. Arropados bajo la bandera de la democracia, cada quien se siente libre de propagar conductas personales, no importa que tan extremas parezcan, porque la verdad, un bicho raro, ya prácticamente no campea. Cualquier postura debe tolerarse. Ya ha pasado a la historia aquella noción de tolerancia que permitía algo malo a sabiendas que lo era, puesto que su prohibición supondría una mal peor que el remedio. Ahora se tolera todo, sin más, porque está ahí, porque a algulen se le ha ocurrido. Pero esta es la gran consecuencia a la que estamos llegando. Ya que no se quiere encarar la vida de acuerdo con unos principios, no resta sino padecer las consecuencias. Veamos. Hoy existe un verdadero hambre de información, de verdad. La gente está re-descubriendo  que no da lo mismo una cosa que otra. Ante la proliferación de posturas incongruentes,  por ejemplo, que una marxista confesa, Dilma, reelegida presidenta de Brasil, vaya a la ceremoni

La maternidad y la figura de Pablo VI, beato

La visión del papa Pablo VI, ahora beato, se mueve alrededor de la Virgen María.  Un hecho que soportaría esta afirmación viene dado por la declaración del primer día del año en la liturgia de la Iglesia como dedicado a la Madre de Dios. María llega a los límites que una persona humana puede alcanzar. De esta designación divina, penden todos los demás dones de María. Ensalzar la maternidad de María ocurre en un tiempo en donde a las mujeres se les ha seducido de nuevo, con la posibilidad, no de ser "como Dios", sino con la de ser "como el hombre".  Desde luego, la diferencia es notable entre una y otra propuesta. Mientras el "ser como Dios" remite a un plano de ambición infinita, fuera del orden de criatura correspondiente, en el caso del "ser como el hombre", transpira una rebaja a la naturaleza femenina, de consecuencias mortales para la convivencia humana. Para competir con el hombre se posterga a veces, entre otras cosas, la maternida