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Mostrando entradas de mayo, 2020

Ir a lo esencial..., especialmente en tiempos de pandemia

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Andarse por las ramas                                Francisco de Goya   (1746-1828) "--Andarse por las ramas". Así se suele decir a quienes revolotean de una a otra parte con sus pensamientos, publicados o no,sin acabar de ir a lo esencial de la realidad. La moda y las costumbres exhibidas en pasarelas y reuniones sociales juegan un papel clave en este revoloteo consumista. Hacen sentir a quienes las lucen una especie de superioridad en su entorno. Y se pavonean cuando muestran una de estas prendas en algún lugar de esos donde se alterna  el postín con lo cutre. La "vanidad" traspasa el alma de los hombres y el halago se convierte en la llave de acceso a los lugares recónditos del ego. Cantos de cisne moribundo, pues ni siquiera su eco roza la realidad de la vida. Esta realidad de la vida consiste en enterarse de una vez por todas, de la realeza real , sin redundancias, de cada persona. Este título se consigue al amparo de la "gracia santifican

Cuando la sal pierde su sabor...

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Hace tiempo venía dándole vueltas en mi cabeza a la falta de ejemplaridad en la vida social, familiar y eclesial. Por supuesto, siempre hay gente estupenda en todas partes. Pero ese no es el punto: falta ejemplaridad. Se destacan con frecuencia los platos rotos de cualquier comunidad, y sin embargo no se ven esos ejemplos que arrastran, como los veía Teresa de Ávila en las vidas de santos leídas en el atardecer frío de la casa de sus padres. Acabo de leer al arzobispo alemán Ganswein, Secretario de los papas Benedicto y Francisco: "Nuestro tiempo necesita testimonios valientes y covincentes". Y añade el Papa: "Estamos llamados  a dar razón de nuestra esperanza", dice, citando a san Pablo. En realidad, estos personajes repiten lo mandado a los cristianos: dar ejemplo en medio del mundo, allí donde les toque estar; hacer y enseñar. Quizá hoy se nos ha olvidado esta parte fundamental del testimonio, del ejemplo. Esta manera de proceder comienza en casa, en l

Hay que mirar con ojos que quieren ver...

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Codex purpureus Rossanensis, siglo VI. La frase parece ser originaria de Galileo Galilei. Detrás de ella se esconden las agrias disputas entre ciencia y fe del siglo XVII. El cardenal Belarmino --hoy santo-- quería conservar a toda costa la literalidad de la Sagrada Escritura, pero la evidencia mostraba una y otra vez, que las cosas no iban por ese camino. Y se atribuye a una contemporánea suya Madama Cristina de Lorena, que la intención del Espíritu Santo consiste en indicarnos cómo se va al cielo, y no cómo va el cielo. Se trataba en este caso de "abjurar" de la teoría heliocéntrica, para mantener la postura inversa: el Sol gira alrededor de la Tierra. Hoy nos hallamos, después de más de tres siglos, enzarzados en discordias incesantes, y se pretende debilitar una y otra vez la autoridad de la Iglesia. Se cuestiona el Concilio Vaticano II en dos frentes: uno, quienes desean la inmovilidad en la "liturgia" y  el "perdón"; otros, se quejan de n

Ascende superius...: invitación amorosa al diálogo

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Paul Cézanne (1839-1906). La soledad, una mala consejera. Resulta difícil no ser tachado de fatuo, cuando se invita a alguien, distinguido por sus logros intelectuales, "subir más arriba" para contemplar desde este lugar privilegiado una visión más completa. De alguna  manera, los logros personales se quedan atrás y se descubre la "Tierra prometida" en la Revelación. Pero ese descubrimiento es el resultado de la respuesta a una llamada interior. No se puede forzar esa visión a quien no la tiene. Se requiere, dejémoslo claro, de una intervención divina, al estilo de la de Pablo en su camino a Damasco. Pablo de Tarso, educado como saduceo en la escuela de Gamaliel, estaba totalmente imbuido de la corrección de su punto de vista. Tan era así, que se dedica a perseguir a esa nueva secta nacida a raíz de la presuntuosa creencia en la "resurrección" de Cristo. Se necesitó entonces, una llamada divina para reorientar su rumbo. Más tarde, va a o

Estrategias para suprimir a Dios en la sociedad..., y consecuencias

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Pablo Iglesias, comunista,  Vicepresidente segundo del gobierno actual de España. Las izquierdas, campan. Está dando fruto su insistencia en quitar a Dios del candelero. Estaba bien arraigado en las mentes de muchos, especialmente, los cristianos españoles. A la izquierda le han venido bien los artilugios de siglos atrás, de quienes afirmaban lo inútil de tener un "dios pensado", como les puso en bandeja Descartes, un buen filósofo. Sus seguidores durante años, vieron conveniente reducir toda la "realidad" a un puro pensamiento del hombre; por tanto,  concebir el "acto de ser" no es sino una genialidad del hombre. Ya no hacía falta Dios. Así,  nos hemos librado de un proyecto vano, si bien quedan innumerables vestigios de esa piedad artificial, inventada para subyugar al hombre con el temor de un castigo eterno. ¡Qué barbaridad! De acuerdo con mis detractores: hemos vuelto a la "nada", pero eso es algo. Ahora podemos diseñar el mundo

¿Para triunfar? Cambiar el "paradigma" egocentrista

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Solidaridad. --Ya no sabemos a quién creer--, dicen diferentes sectores del público. Pero ese público se entretiene también  desacreditando, contando bulos y  chismes sin fin a quien se ponga al otro extremos de la "red social". Al fin y al cabo, no hay consecuencia alguna para esta forma de obrar. Como si de nuevo estuviéramos viviendo en los tiempos de Copérnico (1473-1543), y la concepción geocéntrica del mundo, con el hombre en medio,  cedieran su lugar a la visión heliocéntrica propuesta por el astrónomo polaco, donde era la Tierra la que giraba alrededor del sol y no al revés. Se suponía que Dios había creado al hombre para gobernar la Tierra y estaba situado justamente al centro de todo el universo. El camino propuesto por Copérnico supuso un gran avance para la astronomía y otras ciencias.  Se trataba de poner el Sol en medio de una Tierra en movimiento en su entorno.  En nuestros días, se requiere también un cambio de "paradigma", una revolució

Enseñar más de la cuenta: enseñanza desvergonzada..., sin aprendizaje de valía

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Autorretrato de Sandro Boticelli en el cuadro de la Adoración de los Magos (1475).  La moda actual se ha "reducido" ( sic) prácticamente a oprimir y acortar las tallas de la indumentaria femenina. ¿Fin de esta tendencia?: Enseñar el cuerpo, aunque usted piense otra cosa, "aunque la mona se vista de seda". Sandro Boticelli (1445-1510) nos muestra un ejemplo  en una pintura de 1486 con el Nacimiento de Venus. Este pintor renacentista nos ilustra  con una imagen un nacimiento  que él sabía que nunca había existido. ¿Por qué?  Boticelli, d e esta manera,   puede pintar lo que quiera. Da suelta a la imaginación y nada es real . Y se hace así una de las pinturas más famosas de todos los tiempos. Su "mentira" artística, seduce. Una mujer desnuda, con cierto pudor, se muestra de pie, casi flotando, sobre una concha; viene del mar como una diosa para reinar sobre la tierra, sin altanería. La mujer seduce. Lleva haciéndolo desde su creación en el Paraíso te

¿Qué es más fácil de curar: la pandemia o la corrupción?

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Se preguntan muchos si el mundo actual es más corrupto que el de ayer. No lo sabemos. Surge hoy por doquier. La corrupción se instala incluso en estos tiempos de pandemia como un virus imparable. Se llega a aprovechar de la situación precaria de tantos, en su enfermedad, en su funeral y en el entierro para explotar a los familiares. Las raíces de la corrupción se alimentan de una  justicia deficiente. Ante esta carencia esencial, el hombre se comporta como una "banda de ladrones". Cada quien arrampla con lo que puede. Tampoco se da una distribución equitativa de los bienes de este mundo. Hace falta la sal.  La historia de esta roca se teje en todas las culturas  desde muy antiguo. El Levítico  ya cita este mineral. Se usaba para sazonar la comida y para preservar los alimentos de la "corrupción". En muchos pueblos existe todavía el nombre de "camino de la sal". Ante esta carencia, la mancha de la "corrupción" se extiende como el aceite en

Habilidades musicales de los gobiernos: ¿Le toco la cítara o el oboe?

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La cítara y el oboe son instrumentos musicales con una larga historia, y  no suelen faltan en una buena orquesta. Sin embargo, no son instrumentos populares, aunque el tema de la película El tercer hombre   se toca con la cítara y es quizá la música más famosa en el cine de todos los tiempos. Pero, debemos tener mucho cuidado como nos referimos a estos instrumentos. Por mucha amistad que tengamos con algunas personas, por ejemplo, no se nos ocurra decirles si les parece bien que les toquemos la cítara o el oboe. Podría ser el final de la relación, porque a veces la gente es muy mal pensada. Ahora imagínense que todos los días en una rueda de prensa a las 7 de la mañana, el Presidente de la República le toca a uno el oboe durante un par de horas. La verdad, es una hora muy temprana para estas familiaridades. Y cuando este señor acaba, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, comienza a tocarnos la cítara o la mandolina, pues es experta en varios instrumentos. Pedro Sánch

Urge que venga Pinocho, y saber quién dice la verdad

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--¿Cómo sabrías si una noticia es verdad? --SI yo estoy de acuerdo con ella. Nadie busca información para leer o escuchar mentiras. Sabido esto, los media se han especializado ahora en las "verdades a medias", bautizadas como fake-news . Son las consecuencias de haber aceptado el "relativismo" para así librarse de la tiranía de la verdad . Cada quien es libre por fin de expresar lo que quiera como le parezca bien. Está bien, justo es si lo paga el vulgo, hablarle en necio para darle gusto. Cuando Lope de Vega escribía estos versos, se estaba refiriendo al uso del "lenguaje vulgar" en la comedia: pero hoy el asunto ya no sólo despunta por la vulgaridad de tantos, ellos y ellas, que se sienten crecidos al desnudarse, intelectual y físicamente,  y mostrarse como son; pasada la vergüenza de la primera vez, se olvidan del fin principal de la comunicación: decir la verdad . Por ejemplo, hace ya dos milenios a. C., César narraba en tercera persona