Urge que venga Pinocho, y saber quién dice la verdad



--¿Cómo sabrías si una noticia es verdad?
--SI yo estoy de acuerdo con ella.





Nadie busca información para leer o escuchar mentiras. Sabido esto, los media se han especializado ahora en las "verdades a medias", bautizadas como fake-news. Son las consecuencias de haber aceptado el "relativismo" para así librarse de la tiranía de la verdad. Cada quien es libre por fin de expresar lo que quiera como le parezca bien.

Está bien, justo es si lo paga el vulgo, hablarle en necio para darle gusto. Cuando Lope de Vega escribía estos versos, se estaba refiriendo al uso del "lenguaje vulgar" en la comedia: pero hoy el asunto ya no sólo despunta por la vulgaridad de tantos, ellos y ellas, que se sienten crecidos al desnudarse, intelectual y físicamente,  y mostrarse como son; pasada la vergüenza de la primera vez, se olvidan del fin principal de la comunicación: decir la verdad.

Por ejemplo, hace ya dos milenios a. C., César narraba en tercera persona desde las Galias los triunfos de las legiones en su camino hacia  Roma, y, de paso, asociaba  su nombre a las conquistas para ganar ascendencia política entre los suyos. Alcanzar lo que se pretende no siempre resulta fácil,  porque también la información depende del uso hecho  de ella por quienes la reciben.

Medio siglo después, el "poder" político se dio cuenta de los alcances de la imprenta;  procurará por todos los medios controlar esa técnica. Desde la impresión de la Biblia de 42 líneas en 1455,  se va a lograr imprimir un millón de copias por medio de la imprenta en los albores del siglo XVIII. La imprenta ha sido entonces el medio por excelencia para todos los cambios ocurridos desde esa época, incluido el siglo XX. Ahora el siglo XXI, ha roto el paradigma con el advenimiento de las redes sociales. Y son muchos los grupos que manipulan los contenidos de esas "redes" con el fin de lograr o impedir el arribo al "poder", a costa de cualquier precio emboscados en la maraña de las nuevas tecnologías.

Pareciera  que la verdad ya no interesa tanto. Los media de las "redes" van ganado terreno al mundo de la imprenta. Se han convertido en el punto central de la sociedad. Cualquiera puede enviar y recibir imágenes y textos sin aprobación alguna. Sin verificación alguna. Campa el "relativismo" y la "mentira" se alimenta de su indefinición. Las cosas no son lo que se perciben. La realidad es cosa del pasado, según esta pandemia de la conciencia.

La realidad se mide por las "encuestas". Ellas nos van dictando lo percibido por las mayorías, resultados siempre cambiantes. Por eso, hoy más que nunca, urge la presencia de la fe, concebida como una respuesta a las creencias transmitidas por la tradición y actualizadas por el magisterio de la Iglesia. Este es un camino seguro donde pisar firme conducente a la vida eterna.

No se trata de opiniones o de modas al uso. Contrastan con la verdad, que no cambia. Ahí está el detalle. Pero los  media se han desentendido de ella,  para moverse a la  conveniencia de los aires dominantes. ¡Urge que venga Pinocho!





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