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Mostrando entradas de enero, 2018

Fe y comunicación

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"Perdió la fe", se suele decir de quienes, por alguna razón, han dejado de creer en Dios. Algo así como si de un monedero o de otro objeto se tratara.  Ratzinger ha concebido siempre la fe  como una "respuesta" dada por el hombre a la palabra de Dios. Vistas las cosas desde esta perspectiva, cuando la "respuesta" respuesta puede languidecer hasta el punto de extinguirse. Pasa exactamente lo mismo con las relaciones humanas. La palabra es la manera natural de comunicación entre personas. Al percibir las cosas, se forma un concepto y se expresa por medio de la palabra al otro. Aunque dicho así, deprisa, este proceso encierra uno de los grandes misterios, producido en silencio. El silencio se rompe al exteriorizar por algún medio (oral, escrito, redes sociales) esa creación íntima de la palabra, elemento necesario del lenguaje. Al expresarnos así, esperamos la "respuesta" de qu ien recibe esa palabra. Si no hubiere respuesta dentro de un tie

Francisco de Sales (santo): patrón de los periodistas

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Silencio. Silencio absoluto. Hoy se celebra al patrón de los periodistas: san Francisco de Sales (1567-1622), nombrado como tal por Pío XI (1857-1939) en el año 1923. Los media guardan silencio. Francisco de Sales era amigo de la verdad , sabía como difundirla incluso entre quienes se oponían a sus de vista católicos, y vivía la caridad en cada uno de sus encuentros con cualquier persona con independencia de su ideología aun a costa de grandes vencimientos. En sus 56 años de vida, logró la unidad con muchos de los adversarios de la Iglesia.  Por estas razones, Pío XI lo nombra patrón de los escritores y periodistas. En un tiempo en donde la verdad no se aprecia ni siquiera en los ámbitos de la comunicación, si bien se habla de ella en todos los círculos oficiales y académicos, sin embargo, el peso de las ideologías impide levantar la cerviz a quienes deberían tener como un  fin principal de sus tareas profesionales, su búsqueda.  Pero el gremio de la información no parece esta

Sí, todavía hay gente buena. ¿En Davos?

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Por supuesto: todavía hay gente buena en el mundo, en cualquier latitud. La fe no se ha extinguido totalmente. ¿Prueba? El mundo sigue funcionando, aun a base de sobresaltos y movimientos bruscos. Es decir, todavía aletea la presencia de Dios, y podremos reconocer al hombre. Sin su presencia, viene el desastre. El hombre aparece como un extraño para el hombre, parafraseando a Hobbes. Hemos encerrado al hombre con los problemas creados por él mismo bajo una gran cortina sin apenas alguna rendija por donde nos llegue la luz. La luz del mundo. Con buena intención, se trata de resolver primero cada uno de los problemas actuales. Los económicos en Davos, Suiza, donde mañana se pasearán por los escenarios  repletos de cámaras, los expertos en este campo. Quizá sean ellos  mismos los causantes de la debacle económica. Y podría ocurrir algo semejante en otros campos de la sociedad, acuciada de problemas, al parecer irresolubles. Entonces, si los problemas no se acaban de resolver, y su

El País: ¿Defiende la verdad frente a la mentira? El peso de la ideología

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A veces se nos suele olvidar, por descuido o por voluntad abyecta, quién es el Papa,  y tratarlo como escoria, como si fuera un personaje más de la farándula, para así meterle también en la lavadora mediática , confundido con la mugre diaria y acabar convirtiendo su blanca sotana en un trapo sucio, inmundo, y su vida diaria en un  estercolero hediondo. En nuestro tiempo  se trata, al fin y al cabo, de destacar entre los millones de notas aparecidas en los media atraer la publicidad y el dinero acarreado consigo. La verdad no importa . El sensacionalismo, nacido de sensaciones sin fuste, llena mucho del paisaje informativo, ávido de poseer algo distinto para así poder contarlo en las redes sociales  a propios y extraños. El Papa acaba de casar a una pareja unidos solamente por el matrimonio civil a bordo de un avión en su viaje a Chile y Perú. Tenía su consentimiento. La obligación de constatar la "certeza"  del compromiso de esa unión por medio del sacramento del Mat

Primero es la vida; luego se forma la sociedad

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¿Puede el diálogo  sustituir a la misión?  La pregunta se debe a   Ratzinger.  Dios envió a su hijo a la tierra, con una misión específica: salvar a los hombres con su encarnación, muerte y resurrección. Concluida esta misión , dio un mandato a sus apóstoles, columnas de la Iglesia por él fundada: "Id por todo el mundo" y contad esta "buena noticia" a "todos los hombres".  Lo que los hombres, entonces, no podemos hacer, es cambiar el discurso en pos de lograr el diálogo. Así nos lo recuerda el Papa emérito en un discurso dado  en su nombre en la Universidad Urbaniana, el 23 de octubre de 2014: "Se presupone que la auténtica verdad de Dios, en un último análisis es alcanzable y que en su mayoría se pueda hacer presente lo que no se puede explicar con las palabras y la variedad de los símbolos. Esta renuncia a la verdad parece real y útil para la paz entre las religiones del mundo. Y aún así sigue siendo letal para la fe". La "

¿Y si de veras hay otra vida después de ésta?

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La pregunta puede parecer ociosa. Quizá sea preciso aclarar otro punto: si el bienestar de la "otra vida" depende del comportamiento en esta vida. Al llegar a ese momento donde presumiblemente se acabaría el tiempo, ya no habría manera de acumular "buenas obras" con el fin de adentrarse en los caminos de la  eternidad, diríamos, con el pie derecho. Ya se habría acabado el tiempo de merecer. Los egipcios, milenios antes de la llegada de la "plenitud de los tiempos", así llamada por los cristianos a ese momento histórico de la venida de Jesucristo, ya tenían su especie de decálogo de "obras buenas" para acceder a la patria del dios Ra, la encantadora Isis, dama del amor,  y Horus, y una variedad cambiante de dioses a través de los siglos. Esas creencias les permitieron dejar constancia en una moral para guiar a su pueblo, y esas pirámides talladas en piedra admiradas aún por todos en las faldas del desierto, hablando a los caminantes de

Relaciones congeladas: en los matrimonios y entre coreanos

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¿Cómo, una relación entre hombres, social por naturaleza, acaba congelándose "como el propio invierno"?, por usar las mismas palabras de Ri Song-won, jefe de la delegación coreana en el diálogo sobre los Juegos Olímpicos de Invierno en el Sur de Corea. Este proceso se puede observar en el seno de las familias y en la distancia entre un mismo pueblo, el coreano, separados hoy por la geografía y por las posturas ideológicas. En ambos casos, las diferencias pueden ir hasta causar la muerte del otro. Mientras en el matrimonio sacramental se da la unión más íntima posible, el una caro   (una sola carne), en el pueblo coreano se da, además de la etnia común, un pasado histórico marcado por la piedad , ese respeto ancestral por sus mayores, tan conservado en algunos de los  países orientales. Este año se nos viene encima la protesta generalizada, con ocasión y sin ella, de algunas mujeres dispuestas a alzar la voz en contra de los abusos sufridos por ellas desde siempre. Sop

Crecer: el reto del hombre

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Por supuesto, no nos estamos refiriendo al crecimiento físico, algo imposible de mantener; el crecimiento físico varía con la edad: más en la niñez y en la juventud, pero decreciente a partir de las etapas de madurez y vejez. Entonces, ¿de qué crecimiento se trata? Hablamos de ese crecimiento inextinguible, sin importar la edad. Crecer como persona humana. Esto se logra volviendo a las raíces de esa "naturaleza" nuestra, apta para alcanzar las más altas cotas de la virtud , y así desembocar en la felicidad , tan añorada por todos. Estamos perfectamente equipados para triunfar si vamos desarrollando ese entramado de virtud , enlazando unas con otras. Hay que gritar esta verdad a los cuatro vientos, porque los agoreros del mal , quieren destruir lo que del hombre queda, reduciéndolo a una dimensión carnal, apta para la compra venta y el intercambio sexual sin sentido. Ahora, con el 2018, ya en primeros pasos, debemos armarnos de la verdad , y con cariño, pero firmement

Siempre hay un camino a la esperanza

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Nuestra Señora de la Esperanza, venerada en la Iglesia de Cristo Rey, Jaén, España. La puerta de la esperanza se abre hacia fuera. Siempre hay una puerta, y se abre desde dentro..., si uno quiere. Así me contaba un amigo sobre el momento de la perdida de la esperanza, cuando, sin darse cuenta, se recuperaba después de una operación casi letal, sometido a opiáceos para calmar el dolor, sin poder distinguir entre  realidad y  representaciones fantasmagóricas, inmerso en un ambiente desconocido. "Todas las puertas estaban cerradas. Estaba maniatado. La gente iba y venía. Les gritaba. Parecía no importarles mi estado. El dolor presente inundaba todo el cuerpo, yacente en una parihuela. El sol se colaba en la cúspide de una claraboya en lo alto de un techo altísimo. Pasaban las horas. Nadie hacía caso de mi estado. Incluso el sol, pasadas las horas se había cansado de iluminar la enorme estancia, donde parecía estar solo, sin remedio alguno y sin saber por qué. Al cabo de no

El año nuevo: ¿todo se reduce a economía? No, también hay otras modas...

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     Un roble centenario. Los años pasan, y pesan. Y el mundo parece cada vez más pequeño, cuando las noticias divulgadas por los media  se reducen prácticamente a la economía y al trillado campo de las modas sexuales . Está bien decir de la inamovible condición de la naturaleza humana, la piel de todo hombre, pero reducirla en sus múltiples manifestaciones tan sólo a estas dos dimensiones indica una seria ceguera antropológica. La técnica puede llevarnos a intentar saltos inauditos. Pero ninguna técnica sabe de fines . Siempre la técnica coexiste con la ética, nos guste o no. Por eso, cuanto más se vale de la técnica a la hora de calibrar al hombre, menos se advierten sus variaciones debidas a las competencias del espíritu. La vida del espíritu no abole la vida sexual. Por el contrario: la dignifica, así como toda acción no despojada de la unidad necesaria del hombre, alcanza su plenitud al darle su lugar a cada una de las formaciones implicadas en el entendimiento, en la volu