Crecer: el reto del hombre

Por supuesto, no nos estamos refiriendo al crecimiento físico, algo imposible de mantener; el crecimiento físico varía con la edad: más en la niñez y en la juventud, pero decreciente a partir de las etapas de madurez y vejez.

Entonces, ¿de qué crecimiento se trata? Hablamos de ese crecimiento inextinguible, sin importar la edad. Crecer como persona humana. Esto se logra volviendo a las raíces de esa "naturaleza" nuestra, apta para alcanzar las más altas cotas de la virtud, y así desembocar en la felicidad, tan añorada por todos.

Estamos perfectamente equipados para triunfar si vamos desarrollando ese entramado de virtud, enlazando unas con otras. Hay que gritar esta verdad a los cuatro vientos, porque los agoreros del mal, quieren destruir lo que del hombre queda, reduciéndolo a una dimensión carnal, apta para la compra venta y el intercambio sexual sin sentido.

Ahora, con el 2018, ya en primeros pasos, debemos armarnos de la verdad, y con cariño, pero firmemente, mostrar a quienes pasan por nuestro lado, la alegría resultante de ir subiendo escalones por la senda del crecer, para contribuir a esa sociedad donde todos se saluden cordialmente con todos porque formamos parte del mismo rebaño.

En ese crecer en la virtud está la clave. Es mi regalo. ¡¡Feliz año!!

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