Belén Cebrián, El País y la ONU: desvirtuar la familia

La ONU, desde 1993, por lo menos, ha diseñado un plan para acabar con la familia tal y como nosotros la conocemos desde siempre. Y fijó el día 15 de mayo como el Día Internacional de las Familias. Debemos fijarnos en el "plural" de esta pretendida celebración. Si lo decimos en "singular", se entiende por familia lo de siempre: un hombre y una mujer unidos por el amor concretado en la prole.

Pero, no. El plural de familia suponía el comienzo de la manipulación de la ONU de la célula básica de la sociedad, una entidad no creada por esta organización. Se trataba de ir abriendo brecha, y admitir, de momento, que era posible la existencia de muchos tipos de familias.

En el año Internacional de la Familia, la ONU organizó en El Cairo un "aquelarre" destinado a poner las bases del plan. Durante el "lanzamiento" de esta reunión, en el mes de noviembre anterior, en la Isla de Malta, ya se presentó entonces lo que parecía inaudito: la definición de "familia" como una "pareja que vive bajo el mismo techo".

Lo demás no ha sido sino un despliegue de estas intenciones, perfectamente calculadas. En su avance imparable, y de acuerdo con esta definición, se quiere suprimir ahora la presencia del "padre" y de la "madre" en las actas de nacimiento. En México ya se ha establecido por ley, la propuesta de la Secretaría de Gobernación, dirigida por el ministro o secretario Chong.

Y no faltan ingenuos que no cesan de buscar razones para reforzar la idea. En España, por ejemplo, Belén Cebrián, en la página editorial de El País, aboga por la supresión del día del "padre" (19 de marzo) y el de la "madre", debido a la exquisitez de conciencia por quienes no tiene el "padre" clásico, el de siempre. Se nota que alguien es inteligente cuando razona hasta la imbecilidad, como en el caso de la señora Cebrián, que se pregunta: .."¿qué clase de padre?" se quiere celebrar. Se ve que la autora del artículo no tuvo el "padre" que tantos celebran, con independencia del "franquismo" y de la omnipresente Iglesia (siempre en primera línea en sus artículos y los de quienes desean desbaratar lo natural de la familia y de la religión).

Estos articulistas tan sensibles son los que se mueven a defender las especies animales que, según algunos, van camino de extinguirse. y no cesan en sus reclamos. Pues bien, si, en efecto, todo eso es cierto, y además la figura del padre tal como la veníamos conociendo se va debilitando, una persona bien nacida, es decir, de padre y de madre, hombre y mujer, debería lanzar una alerta a nivel mundial para defender el "patrimonio" de la humanidad por excelencia, la célula básica de la sociedad, para conservar esa figura del padre, más legendaria que esas piedras y esas ciudades que la ONU se desgañita por conservar.

¡A qué hemos llegado en esta sociedad, cuando la ONU y sus secuaces, se empiezan a hacer cargo de ella! Se salvan las piedras, las ciudades antiguas, y las especies animales ya escasas, pero se ataca con saña los vestigios de la cultura de la familia en vez de contribuir a reforzar su presencia.

El grado de imbecilidad, alimentado por la maldad de algunos, clama al cielo. Y la señora Cebrián, (¿"hija de nadie"?),  se rasga las vestiduras porque todavía no se ha demolido la figura del padre y su fiesta, secundando así las políticas de la ONU aireadas desde 1993.