España en política no da el tono: atrapados en la redes de políticos










Los ciudadanos de España han caído en las redes de los políticos. Comportados como cavernícolas, sin salida, como el bisonte de las cuevas de Altamira, al que se le rinde tributo.


Como rehenes, a nada tienen derecho. Voten y voten y vuelvan a votar... es  el estribillo de moda, en un verano caliente, 
donde se protesta al lado de un chiringuito en la playa, tomando una bebida. Así se puede aguantar.

El partido Ciudadanos, no puede asemejarse más al PP, Partido Popular, so pena de perder la poca identidad que le resta.

El partido Podemos (que no pueden pronunciar la "j", pero ejercen como si la pronunciaran), envalentonados como están al salir de las calles donde nacieron y verse ahora formando una opción que amenaza al clásico socialismo, no pacta con nadie, seguros de su identidad de izquierdas, a no ser con el exiguo partido comunista, cuya ideología comparten y beben juntos del marxismo leninismo. Da vergüenza verlos desfilar por el Parlamento con las fachas de mal gusto, fuera de toda convención de urbanidad, desde las que retan a todo el que no le guste.

El Partido Socialista Obrero Español, quiere captar con el nombre lo que no son en esencia, ya desvirtuada de tanto andar en las letrinas de la "igualdad", sabiendo a rancio, tratando de buscar sentido, olisqueando en las ruinas socialistas de Francia, donde un par de españoles en la política oficial, Manuel Valls y la parisiense alcaldesa Anne Hidalgo, no acaban de salir de un desaguisado y comienzan otro. Orgullo vano. Cada vez son menos los votos obtenidos por el PSOE en cada votación. Navegan sin rumbo, lanzando mandobles de viento a diestra y siniestra con la falta de unidad dentro de su partido.

El Partido Popular va ganado terreno en  las últimas elecciones, pero no el suficiente como para formar una mayoría. Por tanto, deberá aliarse con alguno de los partidos procurando no despeinarse mucho o nada. Con Ciudadanos pudiera ser, pero con esta alianza, éstos perderían estilo, como ya hemos dicho. Con Podemos vienen  a ser como el agua y el aceite, contradictorios: donde está uno no puede permanecer el otro. Con el PSOE podrían avenirse, pero la soberbia les impide ceder aunque de esa disparidad causen un mal grave al bien común. El PSOE está herido, quiere revolcarse y seguir oponiendo resistencia al PP a base de atacar a Podemos, postura que no tiene mucho sentido. En fin, al PP sólo le queda echar mano de los pequeños partidos que con la alianza podrían ganar más representatividad en el Congreso, sin cambiar sus rumbos ideológicos.

Esto es lo que hay. Si Rajoy, del PP, logra conseguir algunos aliados entre los pequeños partidos, tal vez logre la investidura como presidente de España, pero tendrá que gobernar sin una mayoría, con pocas posibilidades de sacar adelante cualquier propuesta.

Si no se quiere ir a una tercera vuelta, el camino consiste en la alianza con los pequeños. Pero se debería reformar, en primerísimo lugar, la Constitución, en el apartado referido a elecciones, de tal manera que se impidiera dejar al país durante un año sin gobierno. 

Ser más prácticos, algo que falta.











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