Morir por el virus del zika o por un terrorista






Deporte. Campeonatos. Olimpiadas. ¿Motivos para una celebración mundial?

Así debería ser el paradigma. Pero hay algo en el aire en nuestros días, que trastoca la herencia de cualquier tradición.








Durante el mes de junio Francia se prepara para recibir a los participantes del campeonato europeo de fútbol, celebrado cada cuatro años. También Brasil, por primera vez en Latinoamérica, va acoger a los atletas de numerosos países, cualificados para la gran prueba de los Juegos Olímpicos.

Pero sombras maléficas rondan a estos países. En Francia se ha desatado el temor de un ataque, o varios, terrorista. Quedan cerca aún los días sembrados por la muerte de periodistas y jóvenes asesinados sin esperarlo. La amenaza de nuevos actos de barbarie siguen latentes. Los estadios llenos de público amante del fútbol, serían el teatro ideal para una tragedia de proporciones nunca vistas.

En el caso de Brasil, el terror viene causado por la picadura de un mosquito, el zika, capaz de transmitir infecciones a las madres en gestación directamente o a través de una persona infectada. Paul Gasol, jugador hasta ahora de los Bulls de Chicago, incita a ser más claros sobre los peligros reales de este virus. La Federación española le ha censurado su proceder.

Está sucediendo. Con sensacionalismo o no, una persona infectada por un  mosquito zika o una persona aislada infectada por el virus ideológico del ISIS puede poner en jaque a la celebración de unos juegos deportivos. Y a países enteros, envueltos en querellas y discordias.







Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra