El oficio de "pastor": conocer a su grey


Pintura de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682).







En los relatos de los evangelios de san Mateo y san Lucas, no se atisba siquiera un momento de soledad en la cueva de Belén.

En seguida, después de envolver María al recién nacido, se introduce el anuncio a los pastores, dormitando al "raso", por un ángel. Y añade Lucas: partieron presurosos. Este adverbio se usa solamente dos veces en los relatos de este autor de la vida de Jesús. Sin perder tiempo se fueron a postrar delante del niño Dios.

Tenían poca preparación, fuera de la correspondiente a su oficio de pastores. La preparación del rey David, cuando fue sacado de los "apriscos", antes de su llamada por el profeta Samuel. Pero a Dios le gustaba ese oficio, y muchos de sus elegidos habían sido pastores.

Pues bien, esos pastores, llamados en medio de la noche, fueron los primeros en acompañar a Jesús recién nacido. El "buen pastor" tiene algunas características, muy queridas por quien iba a ser el "redentor" de todos los hombres. Conoce a las ovejas "por su nombre"; va en su busca cuando se pierden y las "carga sobre los hombros"; ayuda a entrar a las ovejas por "la puerta del redil"; las ovejas "conocen su voz" y le siguen; y  está dispuesto a "dar la vida" por las ovejas.

En los designios divinos, quizá por todo este bagaje de predisposiciones de quien es "buen pastor", eligió a los de este oficio, conocedores de las tierras de Belén como lo era David, su antecesor por la vía  de su padre José, esposo de María, su madre, muy probable descendiente  también de la casa del rey David.

Este verdadero matrimonio de José y María se da por la elección mutua de los esposos, quienes secundan, sin duda, la elección divina desde siempre. Como hijos de Dios, predilectos, los más queridos, cuya "inteligencia" coincide con la voluntad del creador, al comprometerse entre sí para una misión todavía velada para esta pareja de enamorados, en cuyo amor se prometen vivir en perfecta continencia. Sus miradas limpias se alimentaban de la entrega en el servicio mutuo, sin tomar un adelanto fuera de esta donación total.

Así obraron José y María hasta recibir el encargo de ser los padres de Jesús, como buenos "pastores". Conocieron "su nombre" en el anuncio del ángel; fueron en su busca cuando Jesús se "pierde" en su primer viaje a Jerusalén al alcanzar la mayoría de edad, a ese Jesús tantas veces "cargado" por José sobre sus hombros; y Jesús "conocía la voz" de su padre José, a quien seguía cuando era solicitado porque Jesús  "estaba sujeto" a sus padres; y ellos estuvieron dispuestos a "dar la vida" por su hijo ante la persecución de Herodes y siempre.

Sería interesante saber qué tantos de los llamados pastores, conocen así a su grey.






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