Ser mártir por defender la pureza no está de moda



Santa Águeda, patrona de las mujeres, mártir por defender su pureza.





De esto no hace mucho.

Ahora se ha desatado la denuncia por "acoso sexual" a las mujeres. Y resulta notable la cantidad de mujeres denunciando a supuestos depredadores después de decenas de años. Desde luego es lamentable tal conducta, donde quiera.

Esto ha ocurrido siempre. En los tiempos del Imperio Romano, los jefazos trataban de someter a toda costa a las jovencitas de su entorno. Llama la atención la cantidad de mártires cristianas, que lo fueron, precisamente, por negarse a tales demandas.

Ayer nos recordaba el santoral, el caso de santa Lucía, y el 5 de febrero se celebra la memoria de santa Águeda, la joven virgen y mártir del siglo III, natural de Sicilia, patrona de las mujeres.

Hoy, sin embargo, no hay mártires por estas causas. La última, viene del siglo XX, en Italia: María Goretti, de 11 años. Dio su vida el 6 de julio de 1902 por defender su pureza. Canonizada por Pío XII en 1950.

Pero de estos casos, ya casi no conviene hablar. No sabemos hasta qué punto estamos dispuestos a dar la vida a causa de nuestras creencias y valores.





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