¿Qué significan transexual y otras denominaciones?

Iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona, diseñada por Antonio Gaudí, una gran contribución a la historia del arte sacro, pero, sobre todo, a la centralidad de la familia en la vida social y cristiana.

En el principio, Dios los creó hombre y mujer (macho y hembra se lee en el Génesis).

En el momento que se aparta el hombre de Dios, empieza a dudar. Lo establecido con alta definición "en el principio", se desdibuja primero en las ideas, y, luego, en la conducta.

La duda cartesiana nace al desentenderse el filósofo francés" (1596-1650) de la realidad. Enseguida aparece el mundo de las posibilidades que "podrían ser. Y se comienza a darles  un trato como si ya fueran. El hombre tiene un cierto "poder de suscitación",  que diría L. Polo, pero no es creador, no saca nada de la nada.

Lo perverso de este proceso comienza cuando se da un asalto a la dignidad humana, como ocurre cuando se quiere hacer ver un producto de conciencia, una idea, como algo real. A lo existente sólo como idea quiere aparecer como el eslabón de una cadena sin acabar todavía, al que se se le denomina con una letra mayúscula del alfabeto, siempre en expansión, como si fuera un reflejo del universo, dispersándose paulatinamente en el firmamento para acabar en la nada (pues nada era).

Estos son los modos de las comunidades sexuales hoy expandiéndose hasta el infinito. Y se pretende perturbar el orden establecido de las cosas enseñando con ejemplos viciados la fe y las costumbres con esas pretensiones de realidad a los niños de todo el mundo, y, al publico en general, con marchas y manifestaciones exóticas, que se acogen, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid, porque dejan millones de euros de ganancia.

La degradación del hombre parece no tener límites. La conciencia, está dislocada. En vez de emitir juicios sobre la bondad de las acciones del hombre, después de reducir la moral a una ideología, se alimenta de los caprichos de moda, nacidos de una transgresión de lo natural con carta de ciudadanía en las llamadas "sociedades avanzadas".

Se llena uno de asombro al ver cómo se acepta la contorsión de la realidad y su significado de liberación entre jóvenes y no tanto.

El sinsentido se ha sentado en la cúpula del poder, y se atenta contra la vida, la naturaleza creada, y el hombre canta su triunfo en público porque ha suplantado al poder divino y, lo que es peor, a la posibilidad de amar.