¿El fin de los tiempos? El ruido no cesa
Garabandal es un pueblo español de las montañas cántabras. Alli ocurrió "algo" hace 50 años, cuya secuela viene hasta el día de hoy. Cuatro niñas vieron a la Virgen María durante dos años, cientos de veces. Quien escribe esta página semanal, "vio" cómo estas niñas recibían la sagrada comunión en su lengua, de manos del arcángel san Miguel, de acuerdo con sus testimonios.
La Virgen de Garabandal dejó un mensaje claro, y la adhesión (si bien no oficial) de personajes de la Iglesia Católica: Pablo VI, ahora beato; Juan Pablo II, ya canonizado; y el Padre Pío, santo, por citar sólo algunos.
Las apariciones de la Virgen María, siempre han dejado un reguero de controversias entre quienes defienden y atacan tales sucesos de orden sobrenatural. Es cierto: para milagros, sobran los del Evangelio, pero, por citar un ejemplo, la caída del muro soviético en Europa en 1989, sin más, sin conversaciones de paz previas por parte de los organismos internacionales o entre las naciones involucradas en un conflicto sin paliativos desde 1945, rebasa la capacidad humana de explicación.
Se dicen muchas palabras, pero la explicación del hecho queda en entredicho. Juan Pablo II, sin embargo, atribuyó siempre este hecho a la mujer de su vida, santa María, signo de su pontificado: Totus tuus.
Pero volvamos al grano. En la página Ecos de Garabandal, el sábado pasado, se deja ver, no entrever, que el "fin de los tiempos" está a la vuelta de la esquina. Tal afirmación no es cualquier cosa, y por eso le dedicamos un espacio aquí.
El "año de la Misericordia" acaba el 20 de noviembre próximo. En esas fechas comenzará el trienio del "fin de los tiempos", anunciado en Garabandal con el Aviso, revelación mariana ante la presencia inminente de un cisma en la Iglesia, justo a la muerte del papa actual (¿este año?) y la llegada del nuevo pontífice.
¿Razones para estas especulaciones que se adentran en el futuro? Para este tipo de anuncios no hay razones científicas (como si éstas tuvieras la última palabra en todo). O bien se toma como es, o se deja. La Iglesia no se ha pronunciado al respecto; lo mismo ocurrió con otras apariciones marianas. Pasaron muchos años para que Lourdes y Fátima, por ejemplo, se aceptaran como hechos reales, y aún se siguen discutiendo hoy los contenidos de las revelaciones a Lucía, una de las videntes de Fátima, aunque el papa emérito Benedicto XVI ha dicho taxativamente que no hay más detrás de las palabras aclaratorias pronunciadas por él en su día.
La prudencia de la Iglesia siempre nos recuerda que con los escritos del último apóstol, san Juan, se acaba la Revelación divina. Nada hay nuevo bajo el sol. Pero, en esa misma Revelación se nos dice que hay que saber leer los signos de los tiempos.
¿Qué podemos sacar de todo este "ruido"? Se puede ignorar tranquilamente, sin perder la paz por la presencia de "dimes y diretes". Empero, la advertencia evangélica de estad preparados, porque no sabéis ni el día ni la hora, se pone de relieve de una manera especial ante una secuela de acontecimientos actuales.
En efecto, nadie sabe ni el día ni la hora, pero, se nos advierte, cuando veáis que la higuera comienza a retoñar, todos sabéis que el verano esta cerca, nos dice el Señor. Así, pues, un estar al tanto a este "año de la Misericordia", antes de que finalice, puede quizá ser tenido en cuenta.
En la página Ecos de Garabandal, queda todo mucho mejor explicado, y reproduzco a continuación un extracto de la última columna del sábado pasado.
"Tu momento son los tres años de reinado de Satanás. Son los tres años donde mi Iglesia parecerá muerta, y que ha triunfado la muerte sobre mis elegidos. Los tres años serán acortados (cfr. Mt 24, 22) por las súplicas de una Madre junto con sus elegidos, junto con los corazones maternales. Al igual que yo resucité con las primeras horas del alba del tercer día, así, contado por años, lo haré con las primeras luces del alba del tercer año. Al igual en la muerte de la Iglesia (...)”.
“El día del comienzo del Reinado del Anticristo también será un día de Cristo Rey”.
[Este año, 2016, el día de Cristo Rey será el 20 de noviembre, último día del “Año de la Misericordia”. Parece que el Aviso tendría que ser antes de ese día, pues el Anticristo pondría fin al Cisma entre la “Verdadera” y la “Falsa” iglesia].
(Los dos primeros párrafos entrecomillados pertenecen a las declaraciones de Jesús a una mujer madrileña, Marga, con quien ha mantenido estos coloquios durante años. El párrafo entre corchetes, es una acotación del autor de la columna sabatina). Al oprimir la carátula del inicio le lleva directamente a la pagina reseñada.
Ahí queda esta reseña para no dejar pasar por alto lo que desfila por la mente de muchos buenos cristianos, de lo que se comenta en pequeños círculos. Pero, ¿y es verdad?
Al fin y al cabo, Santiago, pariente del Señor y cabeza de la iglesia en Jerusalén, san Pablo, y, el apóstol san Juan todos predijeron en su día lo inminente del "fin de los tiempos", hace dos mil años. ¡Quién sabe si lo de ahora sea sólo ruido!
Al fin y al cabo, Santiago, pariente del Señor y cabeza de la iglesia en Jerusalén, san Pablo, y, el apóstol san Juan todos predijeron en su día lo inminente del "fin de los tiempos", hace dos mil años. ¡Quién sabe si lo de ahora sea sólo ruido!
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