Cómo pensar como católico si creo como abortista


Está claro: el aborto está considerado fuera del pensamiento católico. No hay vuelta de hoja. 

Si recorremos los diez mandamientos de la ley divina, nos encontramos expresamente con el   quinto: no matarás. Y el aborto es un crimen, pues se quita la vida a un ser humano nonato, sin defensa alguna, sin haber atacado a nadie, sin haber hecho mal alguno. Entonces, el pensamiento católico tiene claramente establecido el camino a seguir, sin duda alguna. 

Pero, los defensores del aborto quieren creer en el aborto como un derecho de la persona, sin restricciones de ningún tipo. Se invoca la libertad de la madre a disponer de su cuerpo sin dar explicación a quien la pida, porque, dicen, se tiene derecho a  ello pues es su dueña. 

El presidente de Estados Unidos Biden, católico confeso, acaba de detonar 16 millones de dólares a la organización abortista de su país Planned Parenthood  para cumplir sus fines. El también presidente católico de Francia Macron, ha urgido a la Asamblea francesa a incorporar el aborto en su legislación pues no se puede retrasar más este derecho.

Estos son sólo algunos ejemplos de compartir la creencia abortista con el creer de católico. Es un hecho público. ¿Qué hacer en estos casos?

Si vamos a los Evangelios, podríamos encontrar alguna luz sobre este arte de combinar el "pensar" y el "creer" en la figura de los fariseos y la respuesta de Jesús a tales posturas. La escena de la adúltera nos puede ayudar.

Los fariseos y sacerdotes han "sorprendido" a una mujer e flagrante adulterio. Se encuentran con Jesús y le preguntan cómo se debe actuar en tales casos. Ellos se quieren apoyar en Moisés, alegando que a esas tales se les debe apedrear. Pero Jesús no les disfrute ese punto, sino toma un punto anterior a la decisión de acabar con la vida de esa mujer, y les dice que "el que esté sin pecado que tire la primera piedra". Es decir, si su conducta encarnada en pensamientos negativos sigue a las creencias en ese mismo Dios, creador del mandamiento basado en el amor al Dios en el que creen y sus pensamientos negativos acerca del prójimo.

Todos se marchan sin tirar una sola piedra. Su vida no estaba de acuerdo con sus creencias. El mismo Jesús les había dicho de diversas maneras a quienes tenían sus mismas creencias ---eran sacerdotes de la Ley--- que los pensamientos de ellos no eran los pensamientos de él.

Las creencias y las obras nacidas de los pensamientos de conveniencia no iban por el mismo camino. Algo similar se les puede ir diciendo a todos estos ---presidentes o no--- acerca de su proceder respecto al aborto, dispuestos a quitar la vida salvajemente a quien ningún mal ha hecho.

Quitar la vida en nombre de la libertad no tiene sentido.






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