¿Cómo se sabe que México va por mal camino con su actual Presidente?



Protestas en la Cámara de Diputados durante el informe del presidente López Obrador






La respuesta a la pregunta incoada en el titular, no se relaciona con las artes adivinatorias. Por el contrario, tiene su fundamento en las rocas firmes de la sabiduría clásica, desde los tiempos antiguos.

La respuesta se sabe porque la "finalidad" ya está presente en ese agente encargado de ejecutar la acción ahora, orientando el movimiento hacia su término.

Quizá, buena parte del público no sabe a dónde se dirige el señor presidente de la República Mexicana, pero él sí lo sabe. Él es la causa de ese porvenir. En la "forma" de gobernar se esconde el lugar a donde desea llegar.

Algunos dicen que es más terco que una mula. Es parte de la "forma".  Sus antecedentes de lucha por la presidencia de la República durante tres lustros, hablan de su persistencia. Es algo pensado y querido por él durante muchos años. Por eso, en las conferencias de prensa dadas temprano cada día, llamadas Mañaneras no le intimidan las preguntas. Él Presidente ya sabe sus respuestas y nada ni nadie le hará cambiar su rumbo.

Al cumplirse un año de su mandato presidencial, ya tiene el control del legislativo, el del ejecutivo, y, prácticamente, el del  judicial. La economía, siempre sujeta a los vaivenes de Estados Unidos a donde va a parar el 80% de la exportación, se da el caso este ciclo pasado de reducir el crecimiento a pesar del crecimiento registrado e Estados Unidos. Los problemas de salud andan por los suelos debido a la corrupción reinante. Y la seguridad está en manos de los grupos callejeros y del narco donde los agresores salen inmunes de toda las reyertas con las fuerzas del orden.

La "forma", como se sabe, es  "inconsciente de suyo, pero se orienta de manera natural hacia su término", pues es la sede de esta finalidad ---nos lo advierten quienes estudian estos temas---.  Por ejemplo, sabemos por la vida de los santos que, quienes se determinan a ir al cielo, ese fin, les motiva a realizar los actos necesarios para conseguirlo. Asimismo,  el Presidente de México, porque no quiere líos, ese es su fin,  seguirá haciendo lo que le dé la real gana para conseguirlo.

Sus amigos son los países latinoamericanos y del Caribe militantes de la izquierda, con Rusia y China como aliados en su meta común de controlar el comercio y la política de la región. A España, sin embargo, quiere pedirle cuentas de incursión en el país hace 400 años. La iniciativa privada y Estados Unidos esperan en una especie de clama "chicha", que las aguas del mandatario no se salgan de cauce, pero el manejo de la economía y de las fianza públicas no da para el logro de los planes de ayuda interna y desarrollo social 
pretendidos.

En fin, una especie de monarquía autoritaria en pleno sigo XXI.

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