En caso de duda, seguir al Papa



El papa Francisco, sucesor 266 del apóstol Pedro, desde el 13 de marzo de 2013.




¡Ya está bien de mercachifles! Se dedican a sembrar la duda; no les interesa la siembra de la verdad. Siempre hay algo por ahí para indagar y restregar luego en las caras de quienes no saben defenderse de los acosos de teólogos de pacotilla.

Nadie se equivoca obedeciendo al Papa, quienquiera que sea. El peligro está en ser más listos y encontrar peros en sus pronunciamientos porque en Alemania se cuecen habas cuyo consumo entre algunos "purpurados" permite  encontrar en ellas la verdad en los asuntos controvertidos de la Iglesia,   o, ser más tontos, quedarse cortos, y permanecer lamentándose en las selvas de la Amazonia adornados el cuello y la cabeza con flores y colmillos de jabalíes. No importa entonces si para impresionar se visten de púrpura o alardean de estudiada y folklórica pobreza.

En fin, una y otra vez en la historia, se producen los grandes fracasos porque se recita interiormente el padrenuestro y  la hora de decir "hágase tu voluntad"; se trastoca el punto por el "hágase mi voluntad", un giro apenas imperceptible, pero suficiente para abrir o cerrar las puertas de la salvación.

De estas consecuencias no quieren percatarse publicaciones disfrazadas de catolicidad tales como Adelante la fe e Infovaticana, entre otras. Reptan con sus argumentos como la serpiente del Paraíso, tratando de engañar una vez más a los incautos.

No estamos en contra de la libertad de expresión, sino de quienes valiéndose de artimañas disimulan sus intenciones de minar consistentemente la verdad de la Iglesia Católica, que no es otra que la dejada por su Fundador en manos de los apóstoles y de la tradición ininterrumpida por dos mil años de historia.

No se trata de denostar, por ejemplo, a la Confederación General del Trabajo (CGT) argentina por pedir la beatificación de su admirada Eva  Perón; están en todo su derecho. Se trata de convencerse de que los asuntos de la Iglesia no son una cuestión de "opinión pública" ni de presiones mediante mayorías democráticas.

Se trata de hacer la voluntad del Padre nuestro; la voluntad propia, qué nos importa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra