Los jóvenes prefieren el "texting" al conversar. ¿Pobreza mental ?

Cuando nos dicen algunas investigaciones sobre la preferencia de los jóvenes a la hora de comunicarse del texting por encima del diálogo cara a cara, puede parecernos un dato anecdótico más, de los muchos difundidos cada día.

Para empezar diremos que la "lengua hablada" es la verdadera lengua, imposible de estudiar en un libro. Dentro de un mismo idioma tenemos diferencias notabilísimas entre un pueblo y otro. Menéndez Pidal (1869-1968), experto en Lenguas Románicas, estudió las variaciones de la misma palabra tan sólo a unos kilómetros distancia (Estudios de la Lengua Española), por no citar el famoso cockney londinense distinto a cualquier otra pronunciación aun dentro de la misma ciudad de Londres. 

Los sentidos de  la misma palabra se multiplicaban debido, entre otras cosas, a los prejuicios y tabúes habidos en diversas localizaciones. La lengua es, primordialmente, hablada. Se usa la misma palabra para decir mil cosas (perdón por el eufemismo) distintas.

Si la escritura manda sobre la pronunciación, se achica el sentido de las palabras, dado por cada hablante a cada palabra y también en su conexión con otras palabras. Resulta difícil recupera ese sentido en una palabra escrita. La palabra hablada no se compone de letras, sino de sonidos. Y el mismo sonido puede significar cosas muy distintas, y se presta a juegos indetectables para quien no pertenece a la misma cultura aun hablando la misma lengua.

Nos faltan grafías para expresar ideas diferentes y palabras diversas. La vida de la lengua nos enseña cómo la recopilación escrita de las palabras, recogida en los diccionarios, va muy por detrás de la lengua hablada, en una carrera desigual. Se recoge en los diccionarios lo aprobado por académicos (en el caso de la Academia de la Lengua Española), pero este ejercicio siempre deja fuera la una pléyade de palabras vivas en las conversaciones de la vida diaria.

Por supuesto, además de la subordinación de la palabra hablada y su consiguiente empobrecimiento, la grafía en las redes sociales tiende a navegar por reduccionismos fuera de toda gramática formal donde los símbolos más variados ocupan con frecuencia un primer plano.

Por tanto, las tendencias actuales en las redes sociales, al alejar a la juventud del carácter social, humano, de la comunicación hablada, además de las formas propias de las grafías de la lengua. En resumen, un empobrecimiento.






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