Feminismo: las mujeres no hablan igual que el hombre en ninguna parte

La igualdad pretendida por algunas feministas, se equivoca de carril




¡Qué moda tan rastrera esa de tratar de ceñir a la mujer en aparejos de hombre, o viceversa!

Para empezar, no hay ninguna parte del mundo en donde las mujeres hablen como el hombre. Y esto no se puede usar como un elemento más de discriminación en toda esa retórica sin sentido vertida sin más cuando alguien le pica la mosca al estilo Serena Williams, en un cabreo tenístico.

Y siguiendo con el ejemplo, la mujer nunca podrá hablar como el hombre, pero no por razones de sometimiento cultural y de dominio machista. Es mucho más simple.

La lengua es ante todo palabra.  Las operaciones del espíritu cuando contempla o tropieza con la realidad, dan origen a esa palabra interior, antes de pronunciarla, antes de proferir siquiera un sonido.

Pero, la realidad es rica en matices. Y el espíritu femenino, más apto para el cuidado de las cosas, de los detalles, sabe descubrirlos con más prontitud y generar la palabra correspondiente para cada uno de ellos.

De ahí surge la observación acertada sobre el hablar de las mujeres. Hablan más, mucho más, que el hombre, porque su repertorio amplísimo ha gestado en una sola mirada, una quincena más de matices de la realidad que el hombre. 

Y como la palabra nace de esas gestaciones, la mujer posee un repertorio más rico que el del hombre para llamar a las cosas y para conversar, y se acuerda además, de cada uno de esos detalles.

Por tanto, quienes se empeñen en poner por el mismo rasero al hombre y a las mujer so pretexto de "igualdad", desconocen lo más elemental de la realidad humana en su manifestación masculina y femenina.