Las ventajas de Internet: ir por todo el mundo

Hay un pasaje en el Evangelio, redactado en forma imperativa, donde se aprecia el último deseo de Jesús antes de irse al cielo. "Id por todo el mundo" con el fin de comunicar la Buena Nueva a las gentes.

 Este mandato se ha ido cumpliendo según las posibilidades de cada época. La diáspora de los primeros cristianos alcanza a prácticamente a todos los pueblos conocidos ya en el primer siglo.

 Hoy, con avances y retrocesos, también se puede decir de la penetración del cristianismo en todo el mundo, a sabiendas de las diferencias de intensidad en cada región.

 Sin embargo, para quienes se mueven el mundo de las redes sociales, resulta admirable cómo gentes de países lejanos en distancia y cultura iluminan el mapamundi de las "entradas" de personas cuyo interés, desde un mero pasar por encima hasta la lectura completa del post, se ha detenido en ese artículo publicado.

 Se puede entonces sentirse como uno de muchos cuyo mensaje se ha ido literalmente "por todo el mundo". 

 Y, a pesar de las muchas críticas hechas a este medio de comunicación, en este punto (y en muchos otros también) ha facilitado la tarea de llegar a muchos sin moverse incluso de la biblioteca o vivienda personal.

 Gracias, entonces, a pesar de los pesares, a estos media.

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