Dar de comer al mundo... con trabajo (sin control natal)






El autor de esta fotografía ganó con ella el Premio Pulitzer. Sabía que si no defendía a esta criatura ya muriéndose de hambre, el ave de rapiña acabaría con ella, como ocurrió. Este recuerdo persiguió al fotógrafo durante meses. Se suicidó.



El gran reto de nuestro tiempo es, dar de comer al mundo. Ahora sabemos cómo está la situación de cada país; hay alimentos suficientes para todos, y, existen medios de transporte para acercarse a los necesitados con lo necesario. Los jardines engalanan las calles del desierto de Dubay. ¿Qué ocurre entonces?

Lo demás importa, pero no es lo necesario cuando el hambre campea en los cinco continentes, con diferentes grados de intensidad.

Desde el principio, hay alimentos suficientes para que cada quien pueda dedicarse a su trabajo y sacar a su familia adelante.

Hoy aturden las cifras de habitantes de la Tierra. Alrededor de 7 mil millones de personas pueblan este planeta. La esperanza de vida varía por regiones según la disponibilidad de alimentos y agua potable.

El suicidio no se da entre los miserables de este mundo, sino entre los pertenecientes a países donde parece estar todo resuelto. Este es el caso de Suiza y de Finlandia, por ejemplo, cuyos PIB ocupan los primeros lugares del mundo. La gente se suicida sin que se sepa la causa, si bien las preocupaciones de la vida los orilla a este desenlace. 
No. Los hambrientos de este mundo no se suicidan: se mueren de hambre, a pesar de la suficiencia de alimentos en general. Se tira y se desperdicia lo necesario para otros. Es la cultura del desperdicio y de la indiferencia.

En el transcurso de la historia, la hambruna ha golpeado con severidad a los pueblos en diversas ocasiones. En los tiempos de José, hijo de Jacob, administrador de los bienes de Egipto (alrededor de 1,700 años A.C.) se sucedían los lapsos de siete años de "vacas gordas" y los de "vacas flacas". Se almacenaban las cosechas en tiempos de abundancia, para hacer frente a los años de escasez. Era la estrategia de la previsión

En los primeros años del cristianismo, quienes se convertían a esta nueva forma de vida, ponían sus bienes a disposición de los apóstoles para auxiliar a los desposeídos. Sin embargo, se vio pronto que esta forma resultaba poco eficaz. La estrategia reviste una forma adelantada de comunismo, alimentada por la creencia de que el fin del mundo estaba en ciernes y por el imperativo de la caridad.

Otra manera de remediar la aparición de hambrunas se ve en las hordas de invasores provenientes de Asia, a partir del siglo V. Los desplazamientos iban del oeste de Asia hacia el centro de Europa, y, a su vez, los desplazados por estas huestes, emigraban hacia el sur del continente europeo. Se trata de la estrategia de la invasión

Ahora, en el siglo XXI, asistimos a una forma mitigada de invasión a Europa y Estados Unidos,  procedente de los países africanos, Medio Oriente, sur de Asía y dentro de los países americanos, de sur a norte, movimiento contrario a los primeros pobladores de este continente "nuevo", cuyos desplazamientos iban desde el estrecho de Bering hacia el sur.
Es la estrategia de los refugiados o inmigrantes, debido a las carencias y guerras en sus respectivos países.

Sea cual fuere la razón de estos movimientos de personas para conservar la vida, sigue siendo cierto la obligación de dar de comer al hambriento, sin restricción alguna. 

Los gobernantes en turno deben resolver estas situaciones que les toca vivir, ya que no han sido capaces de, o no han querido, resolver estas necesidades primarias en los lugares de procedencia, en donde, como colonizadores, permanecieron cientos de años, hasta mitades del siglo XX; y como explotadores de la condición humana, se surtieron de esclavos (mano de obra barata) desde el siglo XVI.

Crear las condiciones para la supervivencia en los lugares de origen de estos desplazados, se antoja como la mejor solución, que evitaría los avatares sinnúmero envueltos en un cambio cultural a fondo. 

De cualquier manera, se apunta un esbozo de solución en las primeras páginas del Génesis: conseguir que cada quien tenga un trabajo.

Claro, para lograr tal cometido se precisa, como condición necesaria la paz, es decir, la tranquilidad en el orden

Esta propuesta choca frontalmente con las teorías de la lucha se clases y las diatribas sobre los diferentes regímenes de propiedad posibles, a la que se tiene derecho si se es capaz de hacerlas productivas cumpliendo con la obligación primera de crear trabajo para quienes le rodean.

Y estas estrategias resultan más efectivas, cuanto más cercanas quedan de los necesitados. Estrategia de la proximidad

Dicho esto, añadiríamos, que los aspirantes a gobernar una comunidad, deberían ser capaces de cumplir estos mínimos, por encima de cualquier otro (En Honduras, por poner sólo un ejemplo, hay hambre, pero no hay trabajo).

Es muy simple la propuesta. Ha habido muchas más en la historia reciente y pasada. Pero la omnipresencia hoy de la tecnología, necesaria pero no suficiente, que todo lo inunda, no nos deja ver el bosque del bajo coste y eficacia de estas propuestas, respetando la vida desde la concepción





Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra