Hoy la gente quiere "libertad" sin rozar siquiera la "verdad"

Si en una encuesta al público preguntáramos sobre el concepto de  "libertad" personal, podemos suponer sin grandes apuros que casi el 100% de los encuestados se pronunciaría a favor de las misma. 

Sabemos que el significado de "evangelio" es "la buena nueva", la noticia que a todo el mundo le gustaría oír. Al abrir este texto, el más difundido del mundo, quizá nos llamaría la atención descubrir la siguiente afirmación: la verdad os hará libres. Es decir, que el camino de la libertad comienza y se afianza en la "verdad".

En los tiempos actuales, la plataforma por donde camina el mundo, se caracteriza por un alto grado de  desprecio de la verdad, en favor del "relativismo". Esta posición venera a las ocurrencias y todo lo que pueda caber en el recinto de la imaginación, no importa si son sueños, fantasías ilusiones o sueños. Es decir, la realidad de los hechos no pertenece al ámbito de su competencia. De esta manera, la mente se sumerge en un mar de ideas, pero sin la presencia de conceptos. Esto es lo que ocurre cuando el hombre sustituye lo real por  la ideología. 

En efecto, esto explicaria la falta de "libertad" en nuestro mundo contemporáneo, y la abundancia de disputas e incluso guerras por recobrar esa libertad perdida, desde

el seno de la familia, en la empresas y entre las naciones.

Casi escucho la carcajada de quienes, inmersos en esta manera de pensar, escuchan la propuesta sobre la verdad,  si de veras se quiere alcanzar libertad tan deseada en la familia, en la educación, y en todo tipo relaciones, donde la mentira se ha hecho un mirador casi universal. Pero  que conviene no olvidar que el padre de la mentira se llama Satanás.