¿Buenas noticias?

Marshall McLuhan (1911-1980), un buen predictor de nuestro tiempo presente en los "media".

Para contestar a la pregunta del titular de este post nos vamos instintivamente a los media de cada día. Pero, ¡gran desilusión!: esos media  destacan casi sin excepción, un día y otro, lo que se suele entender por malas noticias. Una razón para  comportarse así , ya mencionado en otros artículos de este blog, nos la daba el gran Marshall McLuhan  (1911-1980) a raiz de  un congreso celebrado en Acapulco en 1976: Si las noticias fueran buenas. los lectores se quedarían con la envidia de no haber estado en el lugar de los hechos, mientras que, si son negativas, se alegran por haberse librado del la contrariedad. Por supuesto, esta alarde de buen humor, no le quita importancia al hecho, de que algunos periodistas y algunos media, parecen solazarse especialmente en las carencias del ser, de los hechos, más que en fijarse en los atributos positivos de los hechos mismos. Era católico, nacido en Canadá.

Quizá por eso, el  evangelio, cuya traducción  de la lengua griega significa buena nueva, buena noticia, lo ha convertido en el texto más vendido en el mundo. La gente está a deseo de esas buenas noticias, verdaderas, cuyo cumplimiento en esta vida, y en la siguiente, nos encara con la felicidad.

Especialmente en estos tiempos mal encarados, con simulacros en la filosofía y en la historia, sobre la verdad del hombre, su naturaleza humana, y la entidad recia y trascendente del amor, de la caridad, conviene llevar más que nunca, esta "buena noticia" a todos los rincones de la tierra. Ya está bien de oír sin rechistar las propuestas "trans" que eliminan la identidad del hombre, para echarlo al capricho de una elección aberrante, que humilla y desnaturaliza la creación del hombre y de la mujer.

Por consiguiente, no haya más aliciente en la vida que la seguridad de una "verdad" cuyo contenido ilusiona el quehacer diario, dotándolo de sentido pleno, porque enseña, aunque sea entre bastidores, la belleza a donde conduce el amor. Esto sí es una buena noticia.