Pelosy: católica, sin odios, pero a favor del aborto





La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosy, plantó cara ayer a un periodista por dirigirse a ella con una pregunta sobre su "odio" al presidente Donald Trump. 

 La señora Pelosy paró en seco la mención del "odio" en relación con alguna de sus actitudes, pues es "católica practicante".

 En más de una ocasión se ha referido a su fe católica para salir del embrollo en algunas situaciones incómodas. Pero, la señora Pelosy está a favor del aborto. Tan es así que Benedicto XVI amonestó severamente su posición abortista.

 Ella aduce dos cosas, como si fuera no una cuestión de "obediencia" a la fe, sino de argumentos. La señora Pelosi saca a relucir la postura de san Agustín según la cual a los tres meses de embarazo (según ella), no se podía definir si allí había una persona. Sólo en los últimos 50 años la Iglesia se ha  decantado a favor de la vida desde la concepción, pero no siempre ha sido así. Y como el asunto no está claro, según ella, su posición es la que impera.

 Por si fuera poco, arguye que jamás se le ha negado la comunión en la parroquia a donde acude en San Francisco. Por tanto, sigue manteniendo su postura a pesar de la conversación mantenida con el papa Francisco no hace mucho sobre este tema. En su declaración después de esta cita, la señora Pelosy menciona varios temas tratados y nunca cita el del aborto.

 La señora presidenta del Congreso siempre tiene razón, tanto en temas políticos como en lo concerniente a su fe; le basta decir soy una "ferviente católica practicante". 

 Vistas así las cosas, su palabra es la definitiva, y a nadie debe obediencia. Sin duda, esta señora se está haciendo un gran daño la persistir con su criterio, conveniente políticamente, antes de decir en público el "sentir" de la Iglesia en éste y otros temas delicados por su gravedad.

 Quizá alguien debería decirle que debido a sus posiciones sobre la vida y el escándalo por ello producido, tiene un pie fuera de la Iglesia.

 

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