"Escucha": No podemos prescindir de la "naturaleza", sea hombre o mujer...



Antonio Machado (1875-1939)


Hace unos cuantos años, Dénis Diderot (1746), opinaba que, la naturaleza debe substituir a la divinidad. De aquí veremos nacer buena parte de las aberraciones de hoy en día.

El atrevimiento de tal propuesta no es cosa menor, pero creemos que no radica tanto en la propuesta en sí, sino en ese aceptar la "substitución" de una cosa por otra como mecanismo para liberar la naturaleza de toda atadura, pues se inicia un proceso imposible de parar. Hoy, por ejemplo, siguiendo esa ruta, se da un paso más y se pide prescindir de la misma naturaleza, porque  agobia al hombre en su caminar libre. Ya no hay hombre o mujer; cada quien debe decidir lo que  quiere ser.

Mientras en el rezo de la Salve se habla de un "valle de lágrimas", la Ilustración propone el abandono a la "naturaleza", y "hallarás flores a lo largo de todo el sendero de tu vida"

El camino recorrido es largo, pero el pensador Locke comienza por reducir el mundo a ideas, y su compatriota Hume le sigue dando a las impresiones y sensaciones el estatus de "realidad" de donde todo surge. Un paso más, y Kant se encargará de dar a la "razón", la cumbre del pensamiento y de la vida de todos los pueblos. De este común denominador se esperaba alcanzar el entendimiento universal y no de la Revelación. Religión sí, pero sometida al imperio de la "razón".  Se ha abierto así la caja de Pandora, en donde aparece Júpiter tonante  con su repertorio de truenos y  tormentas.

A partir de ahora, el hombre ya no escucha, sino a sí mismo. Se queda encerrado en su mundo del pensar, de sus ideas, de sus estimaciones, de su razón. Quizá haya algo más por ahí, pero, quién sabe.

De aquí arrancan el "relativismo" y la falta de criterio unificador. Sólo la "fuerza" acabará dando la "razón". La verdad hay que buscarla; no es un producto de la "razón". Tu "verdad", como diría A. Machado, "guárdatela", pues yo también tengo la mía. 
                                                  
                                                  "¿Tu verdad? No, la Verdad,       
                                    y ven conmigo a buscarla.
                                    La tuya, guárdatela."



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