Por qué el diablo, Satanás, está enojado con España

 


Satanás está enojado, y con razón. 

Durante cientos de años, milenios, se le ha dado a Satanás el título de "Padre de la mentira". No es que sea un honor, pero es una verdad arrancada de los evangelios.

Pues bien, este título le ha sido arrebatado en España, nada menos, que por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sus mentiras, llenan su discurso diariamente. Dicen, como es presidente, puede decir lo que quiera como le dé la gana. Y así es.

En la actualidad, negocia la división de España con los separatistas catalanes en un país, Suiza, que, al no pertenecer a la Unión Europea, no se le toma en cuenta su colaboración en el desacato fundamental a la Constitución española, cosa que no ocurriría en cualquier otro país miembro.

Así, en la oscuridad de un lugar desconocido, se negocia con un separatista, perseguido por la justicia española desde hace años, residiendo en Bélgica por esta razón, y cuyo contenido de las negociaciones se oculta al pueblo español. 

Esta afrenta, la más reciente, es grave, y está llenando las calles de protestas en contra de la defensa  de la ley de "amnistía", que protege a todos los delincuentes protegidos por el gobierno, de sus pasadas fechorías y crímenes. De esta manera se anula cualquier acción encaminada a dar cuenta de los malhechores de graves delitos, con el fin de que el Presidente del gobierno reúna los votos suficientes para poder gobernar en el país. 

Esta no es sino la más reciente de las disparatadas acciones de Pedro Sánchez, que marcha imperturbable negando a los españoles el derecho a saber el contenido de los trapicheos con los fugados de España por los delitos cometidos.

Por tal cúmulo de acciones impunes del presidente del gobierno, por sus mentiras acumuladas, Satanás esta furioso, porque en cualquier momento le será arrebatado el título de "Padre de la mentira", el que mejor lo define de su historial, comenzado con la persuasión consentida de Eva, ante una propuesta inverosímil: "Ser como Dios'. 

Entonces, el enojo del diablo con España se centra en que hay alguien más mentiroso que él, y sigue impune, alardeando, una y otra vez, de pisotear la verdad.Y hay demasiado silencio sobre este punto.


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