La entrada al Adviento


Ya mañana comienza el tiempo llamado de Adviento. Esto consiste en una espera: la llegada el personaje más importante de la historia: El Salvador del hombre, de la humanidad entera, Jesucristo. Sin este prodigio, no habría esperanza alguna de alcanzar la felicidad eterna después de esta vida. El hombre viviría, sí, la otra vida en la oscuridad más absoluta y en el dolor más profundo por no poder ver a Dios cara a cara, razón de la creación del hombre, sin conocer el "amor", sumido en el fuego inextinguible.

Todo comienza cuando una jovencita se atreve a decir al plan divino anunciado por el arcángel Gabriel, porque se fía de su palabra anunciada a María en nombre de Dios. Iba a concebir y dar a luz a un hijo, por obra del Espíritu Santo, enviado por el Padre.

Si uno intenta ponerse en los zapatos de María en la oración, puede ir descubriendo matices del abandono de quien iba a ser la Madre de Dios, cuyo nombre en la tierra sería Jesús. Y la visión de esta realidad sobrenatural lo pondría a dar gracias sin parar. 

El último mes del embarazo de María discurre por los caminos de Palestina, camino de Belén, acompañada de su querido esposo en la tierra, José, quien al conocer esta historia pensó en abandonarla, porque no entendía nada, y, mucho menos le entendería cualquier persona a quien le contara la verdad de la concepción de su esposa, sin participación alguna de su parte. Por eso, cuando las cosas llegan a su límite, Dios interviene, y le revela en sueños, por medio de su ángel, la verdad de la concepción milagrosa de su esposa.

Ahora comenzamos a vivir ese último mes, de alegre y confiada espera. Y acompañaremos a María y a José desde Nazaret hasta Belén, unos 120 kilómetros, duros especialmente para quiene llevaba en su vientre al hijo de Dios.

Cada uno podemos vivir a nuestra manera este mes de acompañamiento, para llegar con alegría a la fiesta de Navidad. Pero vale la pena ir poniendo un Nacimiento en algún lugar de la casa que nos recuerde el camino de Belén. Por supuesto, se puede acompañar la espera, con un bonito árbol de Navidad.


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