El punto débil de Dios

El Señor de la Misericordia.

Dios lo puede todo, pero es vulnerable.   Dios se ha definido como Amor. Entonces, ante  la "caída" del hombre, no repara en medios para sacarlo del abismo donde había sido arrojado, y llega al extremo de hacerse hombre y morir por él para redimirlo.

Por supuesto, al elegir este camino redentor, dejaba otras tantos remedios  para lograr el mismo objetivo. Al elegir esta manera de salvar al hombre de su caída, le permite establecer una cercanía especial con el hombre creado por Dios a su "imagen y semejanza" como no se puede imaginar. Elige a una mujer para nacer como todos los demás hombres, pero la preserva de las consecuencias de la caída, del pecado original.  

Esta mujer es, por lo demás, igual a nosotros. Se enamora, se casa, pero concibe de una peculiar manera, sin intervención humana. Es la misma Trinidad la que interviene para lograr tal fin por medio del Espíritu Santo. Es decir, su diáfana serenidad siempre activa se interrumpe para lograr ese hombre-divino capaz de salvar al hombre por unos caminos insospechados para el hombre

Pero, eso nos todo. La Trinidad se encapricha de su gestión y, después de lograr el fin propuesto para la salvación, decide quedarse para siempre entre nosotros por medio de la Eucaristía. Es el amor que no se quiere ir. Ha venido a buscar a los pecadores, y con ellos se quiere quedar. Y al recibir a Jesús, Dios mismo, en la hostia consagrada por el sacerdote, se va produciendo un cambio, una transformación en lo que se recibe.

Entonces, porque Dios quiere salvar a todas las personas, las protege de manera especial en la recepción de la Eucaristía, más cuanto más hayan pecado. Él ha venido a buscar especialmente a los pecadores. El Amor, por serlo, quiere realizarse en el desamor. Busca, incansablemente, irremediablemente,  las miserias de los hombres, en especial, las de  quienes son más miserables.

En efecto, una vez limpio, perdonado, tendrá más "lugar" (pemítaseme hablar así) donde habitar allí donde halle más miseria. Se vuelve loco de contento al descansar y poder ser más l mismo, cuando se realiza como Amor en una persona, en alguien.

No te extrañe entonces que el Señor se haya fijado en ti, especialmente, para amarte.