Confirmado: hay vida extraaterre







De cuando en vez, se asoman algunos científicos y promocionan sus campañas de fund rising con alegatos sin mucho fundamento sobre la presencia de la vida en algún punto del universo.

Vamos entonces a comenzar este nuevo año con una buena noticia sobre la posibilidad de la vida en el universo: efectivamente, sí hay vida más allá del planeta tierra. Y estos extraterrestres no visitan de continuo.

El problema para los científicos reside en su equipo de trabajo: no está al día y, si les va bien, sólo detectan la presencia de cuerpos "materiales" cada vez más alejados de nuestro punto de observación. 

Se les escapa la presencia de la vida "espiritual". Es una pena, porque la hay, y en abundancia. Hay documentos desde hace miles de años, quizá los más antiguos de nuestros acervos, donde se habla de la presencia de "ángeles", seres inteligentes, inmateriales, que se mueven en el espacio con la velocidad el pensamiento, superior a la de la luz, a pesar de Einstein, un gran físico del siglo XX, cuyas estimaciones sobre los acontecimientos en el universo no tienen parangón.

Exactamente igual a lo que estamos haciendo aquí. El ilustre físico, presentaba sus atrevidas especulaciones sobre sucesos del universo, teorías, y, luego, los más pedestres en ese campo, las acababan confirmando. Así las apariciones "angélicas" han ido confirmando a lo largo de la historia lo estimado en varios escritos antiquísimos, a partir del Génesis.

Queda claro: no todos los científicos tienen que estudiar lo mismo de la misma manera. Los avezados intelectuales de la NASA, por ejemplo, se han limitado solamente a lo material de nuestra existencia. Pasan de largo delante de ese mismo hombre con quien se cruzan en las calles y plazas de los lugares donde viven. 

Sería imposible explicar la presencia del amor, por ejemplo, las creencias, las ideas con las que el mundo se mueve (para bien o para mal) por medio de instrumentos materiales. Sin embargo, ese amor, o su ausencia, explicarían en último término los asuntos más maravillosos de la tierra, o los aspectos más nefastos de la existencia humana. Y estas fuerzas causales son "invisibles".

En fin, espero haberles dado una alegría a quienes especulan sobre la presencia de seres "extraterrestres" en nuestro entorno, una confirmación aledaña a las del mundo de la Física, si bien estos teóricos no se resignan a admitir lo limitado de sus instrumentos de observación.

Por lo menos, deberían centrarse un momento en la poesía de quienes hablan de estos asuntos de manera tan convincente, como ese estar dispuestos a dar la vida por esa vida tan esperada: "Y tan alta vida espero, que muero porque ni muero". 

Claro, Dios es Amor.



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