La debilidad de Europa...: olvidarse de san Benito
Robarle el fuego a Zeus es como robarle el amor a Dios. Uno y otro facilitan la vida. El propio Zeus sucumbe al enamorarse de Europa, nombre legado después a este continente tan necesitado hoy de una luz nueva, de un fuego nuevo.
No se debe ir muy lejos para encontrar esa luz. En lo cimientos de esa civilización, se encuentra el saber de Grecia, coronado por la fe y la caridad de san Benito al fundar su monasterio en el 529. Su "locura", plasmada en una simple idea, ora et labora, cuyos pilares se sustentaron casi 15 siglos.
Abadía de Montecassino, Italia, lugar donde nace la civilización europea de la mano de san Benito de Nursia, patrón de Europa, en el siglo VI.
Ahora Europa ha perdido el rumbo. Se nota en sus decisiones y relaciones económicas, sociales y políticas. Europa ha dejado de lado la idea suprema de sus fundamentos, ora et labora. Ha dejado de orar, la espiritualidad, y no encuentra el camino del trabajo, del empleo pleno.
Pero, quizá más preocupante todavía: se ha perdido la caridad, ese servir más que mandar, secreto a voces para conseguir la unidad europea. Al vivir san Benito esta idea básica del cristianismo, conducente al respeto en la diversidad, donde las pinceladas del amor iban pintando la cultura unificada de Europa, el egoísmo, la sensualidad y los brotes de ira y venganza, dieron paso a la cultura humanística,
La caridad une los dos aspectos del ora et labora. Su ausencia favorece los brotes de sensualidad, de egoísmo y de enemistad y venganza entre los pueblos. Se entiende sólo el lenguaje de los costes, se pretende ahorrar cegando las fuentes de la vida. Al pensar y obrar así, el matrimonio y la familia carecen de sentido porque se les ha privado de su verdadero fin, donde el amor se manifiesta en la unión conyugal y de mil maneras más en la ayuda mutua.
Con esta falta de luz, se dificulta paulatinamente la solución de los problemas. El dicho moderno de "hacer más con menos", no funciona en el seno del hogar. Se hace más con más amor, manifiesto con la apertura a la vida, y en la creación de empleo para todos, los jóvenes y quienes, cargados de experiencia, se les deja en un rincón esperando esas "pensiones" cada vez más difíciles de conseguir debido al incremento del porcentaje de la población envejecida y a la falta de empleo para quienes, por su juventud, tienen toda la energía requerida para contribuir al bienestar de la sociedad y al bien común, en vez de andar por las calles agitando banderas trasnochadas y gritando para acabar formando algún partido político nuevo, y, de esta manera conseguir los insumos necesarios para comprar una casa de alto costo en un buen barrio de Madrid, por ejemplo.
La salida de los problemas de Europa no está en las calles. Resulta a la inversa. Benito se dedicó, en un monte alto, a trabajar y a rezar, tratando de ayudar a todo el mundo.
Ermita de S. Caterina del Sasso, Lago Mayor, Italia, fundada el el siglo XIII, un arranque de pura espiritualidad y agradecimiento.
Cuando falta la espiritualidad, la oración, se cae edificio de la sociedad, porque se acaba despreciando la vida y el amor al prójimo en los detalles del día a día.
No se rata de conminar a lor políticos a una labor de meapilas, sino a orientar su actividad al bien común, lejos del sustraer los recursos públicos para medrar en lo personal. Ahora bien, va a ser difícil conseguir esa meta sin la guía de la oración. Asimismo, la familia no alcanzará tampoco su fin, si omite el recurso del ora.
Estos detalles, en la sociedad global nuestra, también repercuten en los demás. Y se apaga el fuego del amor, principio de la civilización europea.
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