El declinar de la fe y los bajos índices de natalidad


Sociedad envejecida. España es, junto a Japón, el país con màs rápido envejecimiento, y la situación se irá agravando en el futuro debido a unas pensiones más insuficientes.




Se puede comprobar cómo la falta de fe se relaciona con la natalidad. Cuando la fe declina, baja la tasa de nacimientos.

Pero al observar más detenidamente las estadísticas vemos cómo esta relación se sostiene sólo en los países meridionales de Europa, y en los nórdicos. Mientras la natalidad declina en Francia, España, Italia, Bélgica, en Suecia, Noruega, Dinamarca la natalidad se ha incrementado por encima de los niveles de reemplazo, es decir más de dos hijos por mujer.

¿Cómo se explica esto? ¿Acaso los países nórdicos han incrementado su fe?

No. En un mundo materializado, los países nórdicos han incrementado las tasas de natalidad debido a las ayudas proporcionadas por los gobiernos a cada hijo nacido, a los dos años de baja de sus trabajos a la mujer, y algunos detalles de importancia para la familia. Además el Estado promociona con publicidad el "patriotismo" entre la mujer incitándola a tener hijos como una forma de contribuir al desarrollo de Dinamarca, por ejemplo.

En Francia, François Miterrand trató de mejorar los incentivos a las familias, pero no convencieron a la mujer, y la natalidad se quedó como estaba después de un pequeñísimo aumento.

En el mundo de hoy, tristemente, no todo es cuestión de fe.

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