Al atardecer de la vida, te juzgará el amor.

Santa María, Madre del Amor Hermoso.





La frase del título de este post se la debemos a san Juan de la Cruz.

Supone un gran consuelo que al final de la vida haya un juicio y nos juzgue el Amor. No se sentarán juntos los "hitlers" y los "teresianos", por ejemplo. Las obras de cada quien, marcarán la estela del amor vivido. El "odio" y el "amor", habrán teñido el vestido del ser en no-ser o, por el contrario,  habrá quienes hayan  lavado sus vestiduras en la "sangre del cordero" para seguir siendo.

Es el resultado del gran engaño, perpetrado desde el principio bajo el árbol de la "ciencia del bien y del mal". Al apartar  la mirada del fin propio del hombre, y del hombre mismo, se encuentra con el sexo, como medio para alcanzar la vida. Pero, el hombre, al hozar en él, inhala los hedores de  la muerte, por haberlo instrumentalizado, y se vuelve incapaz, como el cerdo,  de levantar la mirada al cielo, mirándose a sí mismo mientras sigue comiendo bellotas.

A los jóvenes, dicen algunos doctos consejeros de conciencias, encaramados en la jerarquía, conviene no asustar a los jóvenes con este tipo de consideraciones "apocalípticas", tan fuera de lugar en el mundo donde transcurren sus días.

Estaría bien esta preocupación si se dieran alguno de los siguientes supuestos: a) la falsedad de la existencia de un juicio; b) la falsedad de la gran tentación de los atractivos sexuales para los jóvenes (y los no tan jóvenes); y c) si no fuese verdad que seremos juzgados por el amor.

No tenemos ni idea de la inmensidad del amor divino, siempre dispuesto a acoger a cada quien, sin importar la cantidad y la gravedad de los extravíos, con la condición de arrepentirse de ellos (o de arrepentirse de no  arrepentirse, si se tratara de un alma con tendencia a los escrúpulos).

Si quien juzgara no fuera el Amor, estaríamos perdidos. Esta es la avenida a enseñar a los jóvenes (y a quienes no lo son tanto), la verdad completa de un itinerario optimista, que, a base de ponderarla nos va haciendo responsables: el amor con amor se paga.