Comunión de los santos y redes sociales

En principio, no hay una relación entre estos dos conceptos. Sin embargo, en este mundo, cosmos incluido, todo se relaciona con todo. Por ejemplo, la mentira se sitúa en las antípodas de la verdad, pero aquélla se define por ésta: la ausencia de verdad.

La llamada "comunión de los santos", como concepto, ronda los dos milenios de antigüedad. La "unidad del género humano",  "como el cuerpo único de un único hombre", nos hace partícipes en nuestra naturaleza del pecado de origen, pero también nos permitió gozar de bienes mayores, como es la participación de la "justicia" divina. De ahí surge la communio entre los fieles, hijos de un mismo padre y Señor.783

San Pablo  pone en la palestra el concepto de manera más clara, y viene a decir que las acciones de los hombres no son indiferentes para los demás. Lo bueno y lo malo, además de tener consecuencias para el autor del acto, influye en quienes nos rodean, visibles o invisibles.

La Eucaristía es  la celebración por excelencia para vivir esta communio. Su apertura acoge y recorre el mundo entero. No tiene límites. Creyentes y no creyentes, fieles e infieles, todos, se tocan en ese momento por medio de la gracia. Y se produce ese efecto multiplicador aunque esté sólo el celebrante. 

La gracia siempre es más que el mal en el mundo. La misericordia que fluye de la cruz a borbotones, llega hasta los confines de la tierra, y siempre es eficaz. La Eucaristía, renovación sin derramamiento de sangre (incruento) del sacrificio de la Cruz, es universal y capaz de perdonar todo a todos: "Perdónalos porque no saben lo que hacen". 

La communio, al poner en relación a unos con otros, vivifica. De las "redes sociales" no podríamos decir lo mismo. Si bien el fin de la comunicación concluye con la verdad, no por decirla conviene a cada uno. Por consiguiente, se debe estimar no sólamente si lo dicho es verdadero, sino si su pertenencia a otro se justifica.

Las redes sociales se usan  incluso por los políticos en sus campañas, pero también por los perpetradores de fraudes cibernéticos, por quienes acosan al prójimo con recados inapropiados, por los traficantes de imágenes pornográficas infantes y  adolescentes, y por quienes, sin permiso alguno, invaden tu intimidad. Todos los más sofisticados crímenes vigentes en el mundo actual usan de estos media para ultimar sus delitos, sus caprichos, sus conveniencias.

Las redes sociales ponen también a unos en relación con otros, pero no siempre enaltecen a quienes así se conectan. Por supuesto, este aspecto negativo no es imputable a los media, pero ellos facilitan la tarea a los delincuentes.

La diferencia, entonces, entre la "comunión de los santos" y las "redes sociales" se podría circunscribir a estos términos. El bien de la communio de difunde y se propaga entre los hombres; las redes se conectan por imitación (no por propagación). La communio se propaga en tanto en cuanto no se separe uno del cuerpo de la Iglesia por el pecado (si bien esa transmisión es un misterio, no es un mecanismo); las redes se instalan y funcionan por medio de la tecnología. 

Las relaciones en la comunión de los santos se dan de forma continua por medio de la gracia, a partir de Dios; la relación de las redes sociales es discontinua, auque algunos intentan seguir conectados aún en el sueño. La comunión de los santos, pensada para el bien (es la manera de Dios de llamar continuamente  a la santidad del hombre, pues no se olvida de sus criaturas) puede convertirse en nociva por la presencia del pecado de los hombres, nunca querido por su Creador; las redes se usan por algunos para causar efectos nocivos, si bien son "neutrales" consideradas en sí mismas. En fin, la gracia es "gratis" aunque pasa por el precio de la Cruz para salvarse; las redes sociales funciona a base de actos de los que cada quien responde y deben pagarse puntualmente según los contratos sin garantizar (muchas veces obstaculizan) la salvación.

Podríamos seguir en esta serie de comparaciones. Pero lo importante es advertir la importancia absoluta y relativa de una y otra relación. La gracia es absolutamente necesaria para salvarse y Dios jamás se la niega a nadie. Las redes se establecen también en la comunión de los santos, pero son de otra naturaleza, y operan de manera insensible. 

Diría que son una especie de "redes sociales" diseñadas por nuestro Creador para la ayuda mutua en la meta común de alcanzar la salvación. Las redes de los hombres, pueden ser trampas que impiden alcanzar el fin, debido al debilitamiento de la naturaleza humana a la hora de hacer el bien. Y cuando este bien no se alcanza, influye negativamente en la comunión de los santos.

Nuestros actos van más allá de nosotros mismos para el bien y para el mal



Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra