Los animales no hablan, ni hablarán (a no ser que)
Sólo las personas pueden hablar, aunque Manuel Vicent, que escribe en algunos periódicos hispanos, piense lo contrario.
Cita a Montaigne para decirnos que lo único que "nos hace humanos" es la palabra. El pensador francés está bien ---en esto.
Los animales no es que hablen con "códigos más puros" que los nuestros, como mantiene Vicent, porque no ha lugar a "engaño" en su berrido o mugido.
Los animales no piensan, por eso no usan palabras, aunque tuvieran el aparato fónico de los delfines, como demostró correctamente Aristóteles hace ya más de dos mil años.
El animal reacciona. No es libre. Emite sonidos según su estado de ánimo irracional, o según sean las circunstancias. No encara la realidad con su mente y, entonces, forma una imagen que puede expresar con una palabra interior (algo muy distinto de la palabra sonora, exterior, que se manifiesta a otro yo pensante).
Con esto no queremos decir que los animales no podrían hablar, sino que carecen hoy por hoy del aparato intelectual que les permita "crear" un concepto.
Establecer la verdad de algo, es condición sine qua non para poderla expresar, fin último de la comunicación. Todos esos gestos, miradas y silencios del hombre, no son palabras, aunque el hombre quiera expresar "algo" con ellos.
La adecuación de la mente a la cosa, es la condición primera para crear el sentido y la palabra que le acompaña.
Como usted se empeña en decir lo contrario en una columna como esta, siguiendo las ideas de Ferdinand de Saussure ---ya ha llovido desde entonces---, yo me permito contestar por este medio, aunque tenga mucha menos difusión que el suyo; cosa que siento porque lo que dice usted no está de acuerdo con la verdad, algo espiritual, un alma racional, lejos del paradigma de los animales irracionales.
Cita a Montaigne para decirnos que lo único que "nos hace humanos" es la palabra. El pensador francés está bien ---en esto.
Los animales no es que hablen con "códigos más puros" que los nuestros, como mantiene Vicent, porque no ha lugar a "engaño" en su berrido o mugido.
Los animales no piensan, por eso no usan palabras, aunque tuvieran el aparato fónico de los delfines, como demostró correctamente Aristóteles hace ya más de dos mil años.
El animal reacciona. No es libre. Emite sonidos según su estado de ánimo irracional, o según sean las circunstancias. No encara la realidad con su mente y, entonces, forma una imagen que puede expresar con una palabra interior (algo muy distinto de la palabra sonora, exterior, que se manifiesta a otro yo pensante).
Con esto no queremos decir que los animales no podrían hablar, sino que carecen hoy por hoy del aparato intelectual que les permita "crear" un concepto.
Establecer la verdad de algo, es condición sine qua non para poderla expresar, fin último de la comunicación. Todos esos gestos, miradas y silencios del hombre, no son palabras, aunque el hombre quiera expresar "algo" con ellos.
La adecuación de la mente a la cosa, es la condición primera para crear el sentido y la palabra que le acompaña.
Como usted se empeña en decir lo contrario en una columna como esta, siguiendo las ideas de Ferdinand de Saussure ---ya ha llovido desde entonces---, yo me permito contestar por este medio, aunque tenga mucha menos difusión que el suyo; cosa que siento porque lo que dice usted no está de acuerdo con la verdad, algo espiritual, un alma racional, lejos del paradigma de los animales irracionales.
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