Aprenderse a Marx en la Bienal de Venecia

Por el arte a Marx.

Un africano, oriundo de Nigeria, da clases sobre Marx. El nigeriano Okwui Enwezor, en su calidad de Comisario de la 56 edición de la Bienal de Venecia, inaugurada el sábado pasado, decidió que, durante el tiempo que dure la exposición, hasta finales de noviembre, se lea la obra central de Marx dos veces al día.

El marxismo como tal, es decir, como "una" forma de pensar concreta no existe. Ha habido pensadores, sobre todo durante la dos terceras partes del siglo pasado, que, a partir de Marx, expusieron sus ideas para tratar de explicar y, algunos de ellos resolver, los problemas sociales más acuciantes. 

Una de las coincidencias de los autores más destacados consiste en reducir todo a un sistema económico. La economía nos sacará de los males que padecemos. Sobre todo, si logramos instalar la "igualdad" económica entre los ciudadanos de los países.

Lo interesante de esta idea es que, en la actualidad, nadie se interesa por Marx, ni siquiera para citarlo en una controversia social. El gran triunfo de este pensador alemán, al escribir El capital, fue llevar todo el agua de la fuente al caudal al cauce de la economía. Hoy, la política se desvanece en unos partidos cada vez con menor fuerza y credibilidad, y el verdadero debate se sitúa en las turbulentas aguas de la economía de los países y de las familias.

Incluso los chinos, ostentosos de su sistema marxista, no creen en Marx; mejor dicho, no creen en nada.  Creen el la economía, en el poder del dinero, y, las abismales diferencias económicas de su pueblo, forman parte de su sistema de transición bajo la tutela todopoderosa del Estado. La igualdad tan cacareada desde los tiempos de Mao se ha desvanecido, aunque algunos todavía usen a diario la chaquetilla de estilo maoísta.

Pues bien, el señor Enwezor, dice que la palabra de Marx es lo que necesita el mundo contemporáneo. Y aprovecha la atención que esta Bienal veneciana provoca para persuadir al mundo de que el arte en sus formas puede producir cambios en las esferas de la economía. 

Claro, a esta Bienal asisten coleccionistas multimillonarios y artistas famosos, que seguramente entenderán bien el sofisticado mensaje que el Comisario de esta exposición les quiere proponer por medio de los 136 artistas de 36 países que él personalmente ha elegido porque le preocupan los mismos temas que a ellos. Por ejemplo, los travestis y transexuales perseguidos en la era de Pinochet. 

Todo sea por el bien del arte. Pero si le interesan las lecturas de El capital deberá saber alemán o, por lo menos, inglés. Es una muestra de apertura en la Bienal veneciana a cargo del nigeriano Enwezor.











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