Indonesia dice no a las relaciones sexuales fuera del matrimonio

 No sé qué pensar  de esta noticia, cuya ordenanza entró en vigor  el día 7 de este mes. Para empezar, ¿qué es Indonesia? Un pueblo de  más de 270 millones de habitantes (el cuarto país más poblado del mundo), distribuidos en más de 17.500 islas --siendo la isla de Java la más poblada-- con cientos de residuos culturales venidos de hace cientos de años, si bien la mayoría, cerca del 85%, son musulmanes. 

Las relaciones sexuales son algo tan íntimo como para tener el monstruo del Estado vigilando estas conductas. privadas ¿Acaso no tiene algo más que hacer,  por ejemplo, algo más relacionado con el bien común de la ciudadanía? Aunque la renta per capita ronda los 14 mil dólares por habitante, su distribución deja bastante que desear, y aunque la escolaridad básica supera el 90%, apenas alcanza el 30% en su segundo nivel.

La complejidad de estas islas está fuera de lo común y los criterios morales varían según las religiones, de las que el gobierno reconoce a seis. La religión católica es la segunda más numerosa, cerca del 11%, y sus inicios se  deben a la presencia del misionero navarro san Francisco Xavier en el siglo XVI, quien después de bautizar a miles de indonesios, llegó hasta Japón y a las costas de China, donde fallece.

Por supuesto, el libertinaje sexual de nuestros días ha hecho de esta isla uno de sus centros de perversión, y quienes viven de ello van a sufrir las consecuencias económicas de esta legislación. 

Sin embargo, debemos dejar claro que nunca es un bien que el Estado se entrometa en los asuntos tan privados como el tocado en estas lineas. Es lo que ocurre cuando se quieren controlar el número de hijos, el matrimonio y todos los asntios relacionados con la familia, a no ser que se trate de poner los medios para su realización natural.