La riqueza de las naciones: la vida de familia (FIB, no PIB: Family Index Birthrate)

¿A dónde vamos a parar?





La riqueza de las naciones estriba en el FIB, no en el PIB. Es decir, del Family Index "Birthrate" (FIB). Es más, de este índice dependería el tan manido PIB (Producto Interno Bruto). Todas las estadísticas sobre la vida en Europa, hablan de su estado agonizante. Los mayores de 65, aumentan; los nacimientos quedan por debajo de las defunciones.

Sin embargo, los omnipresentes media  parece importarles tan sólo la "vida" de la economía. ¿Para qué tanto argüende con la "economía" entonces, si nos estamos vaciando de personas con vida? Por ejemplo, cuando una persona fallece y tiene cierto arraigo en una comunidad, se le solía dar un espacio, además de la esquela correspondiente,  donde se describían las idas y venidas del personaje a partir de su vida de familia, marido, esposa, hijos, parientes.

Pues bien, éso era antes. Ahora la familia ha desparecido de los obituarios en la mayoría de los casos. Se describen algunos de los logros del ilustre fallecido, pero se silencian sus orígenes, su familia, su educación y su vida social. Es decir, no se sabe cómo vino al mundo el fallecido ni tampoco cómo y con quién convivió al dar los primeros pasos  en su carrera profesional.

Sí suele tratarse con harta frecuencia su talante ideológico, especialmente si era opuesto al régimen franquista o si se trataba de un "ateo católico". Estas facetas son suficientes para catapultarlo  por los media sin más a la condición de "héroe". Sin embargo se suelen silenciar esas conversiones acaecidas cuando llega el "momento de la verdad", como suele decirse. Este fue el caso, por ejemplo, del último presidente de la Segunda República española, don Manuel Hazaña. 

Este personaje, tan alabado por sus ataques a la Iglesia y por su tesón en mantenerse firme en su "ateísmo católico", se escabulló a Francia, cuando el ejército de Franco estaba a punto de culminar triunfante la Guerra Civil.

En esa escapada, casi apenas después de su llegada, su salud  aunque empeoró y le sorprendió la muerte, aunque fue atendido poco antes por el Obispo de Montauban en 1940. Murió como un católico comprometido con la verdad religiosa aprendida y profesada desde su niñez, si bien se dejó llevar por los aires y ventarrones iconoclastas al uso en su juventud. Ahí quedaron, en suelo francés, cercano a Lourdes,  las "hazañas" de Hazaña.

Este es sólo un ejemplo de cómo los media silencian y quieren esconder a toda costa la vida de familia y la fe cuando fallece alguna de las personas a  quienes se les quiere rendir tributo. 

Esos media, tan deslenguados para todo las citas íntimas de sus personajes, son extremadamente cuidadosos a la hora de citar ciertos aspectos, inevitables, de la vida religiosa de un país. Por ejemplo, durante la Semana Santa, resulta obvio la transformación de las calles españolas debido a las procesiones celebradas con fervor en tantas ciudades. Pues bien, al referirse a ellas, o a una alocución del Papa, glosan la cita subrayando las creencias religiosas según "ciertos textos" de la Biblia.

En fin, los media quieren buscar la "riqueza de las naciones" donde no está, aun viendo como la vida de los pueblos depende de lo que nos ha parecido bien llamar FIB, por la verdad encerrada en estas siglas: Family Index "Birthrate". Es más, si tanto interesa el estado de la economía en la actualidad (PIB), deberían prestar más atención a corregir, para bien, el estado del FIB.

Incluso China, con tanto chino,  se ha dado cuenta, un poco tarde, de los efectos de su manipulación durante los años de Mao del control de los nacimientos. Su sistema quiebra en 2035.