Pasos para ganar peso específico en este año nuevo
....pero que valga la pena!!
Para ello, uno de los secretos consiste en rodearse cada vez más de buenos amigos. Dicen, cada vez quedan menos amigos verdaderos. Pero yo les puedo asegurar que, con el tiempo, los amigos crecen.
Veamos. Como los grandes escritores, me dedico a leer y a escribir. Es todo un lujo. Escribir es un arte, y con la práctica y un duende inspirador se puede crecer. Pero nadie puede escindir la capacidad de hacer amigos.
A base de leer, de repetir lecturas de siempre, voy conociendo más y más a algunos autores de mi juventud y de mis tiempos de madurez. Voy descubriendo los pozos de sabiduría encerrados en sus líneas. No me canso de leerlos y de iluminar mis pasos con sus consejas.
Por ejemplo, invocar la realidad como el lugar donde se debe iniciar el conocimiento (no digo "verdadero", porque el conocimiento "falso" no es tal, una contradicción en sí mismo). No es posible conocer sino en el conjunto de lo real.
Conforme se va conociendo, aparece el rostro de la verdad, si bien nunca completamente. Siempre queda un "algo más" por descubrir. Son muchos los miles de años del hombre sobre la tierra y, aun en las cosas más aparentemente más simples, no se acaba de agotar la maravilla que encierran.
De esta situación, con luces y sombras, nace el diálogo, ese intercambio de pareceres con otros hombres de ayer y de nuestro tiempo, donde se afinan la percepción personal sobre lo real y se ahonda en la amistad.
Hablar sobre lo real, conduce a la amistad. Este no es un descubrimiento menor. Querer saber más sobre las cosas acerca las personas a la realidad y entre sí. Y también se depura la visión de la grandeza del creador de todo ello.
Entonces, se descubre también el sinsentido de la soledad. Está solo quien quiere estarlo. Los hombres de ayer nos esperan en sus escritos para comunicarnos sus hallazgos; y los de hoy, viendo cómo se les escapa el tiempo, desean contrastar sus puntos de vista para no alegrase de ese nuevo matiz encontrado y no dar pasos en vano, en falso.
Me doy cuenta, sin embargo, de la presencia de tantas personas deambulando a solas por la vida. Andar en solitario conduce a la negación del carácter social del hombre, y las famosas redes de comunicación, que de sociales no tienen nada, no contribuyen a ganar peso social, porque no se gana antes peso intelectual.
En el fondo, este es el verdadero secreto. Al ir ganando en conocimiento se siente la necesidad de ir a contárselo a los demás.
Estamos asistiendo hoy a una de las mayores falacias de la historia. Nos han vendido la idea de lo global, como un "quitapenas" absoluto, válido para incluso disminuir la inequidad, la desigualdad en el mundo, un flagelo corrosivo que atrae a los que nada tienen a la tierra de "nunca jamás". Pero, esta vana esperanza los acaba matando de frío a las puertas de los países de la abundancia, donde se forjaron las ideas de lo global como remedio.
El hombre es un ser racional. Debemos, sin descuidar el primum vivere, ganar en peso intelectual aprendiendo que quienes así deambulan en la extensión de la tierra, son seres semejantes a nosotros, merecedores de una vida digna ganada con un trabajo noble.
Se les ha vendido la idea fácil, cómoda para quienes la proponen, de manejar el concepto vacío de totalidad, en vez de acudir al de integridad, que contempla a la persona entera, antes de considerar es espacio geográfico. Este espacio sirve para ensayar la voracidad en espacios mayores de quienes han absorbido ya los espacios menores y han logrado engordar, con su dominio egoísta, los espacios debidos a los demás.
No es ése el camino. Debemos reconocer antes la dignidad de la persona, mirando esa realidad cercana a nosotros, que nos permita ensayar un diálogo íntegro con quienes pasan al lado.
Así ganaremos peso...intelectual y social.
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