La humildad permite ver las cosas como son

Fra Angélico (1395-1455).

Así como las tormentas de agua y granizo en estos días, lejos de ser algo anecdótico y extraordinario, suelen anunciar el comienzo del verano. 

Como en tantas otras cosas, estas ocurrencias son síntomas. Es muy difícil conocer las cosas como son, y por eso nos acercamos al núcleo de lo que son, por sus manifestaciones más o menos puntuales. 

Con las personas ocurre otro tanto de lo mismo. Al fin y al cabo somos creaturas divinas, y a Dios, como nos dice su íntimo amigo Juan en los evangelios, nunca lo ha visto nadie.

Sin embargo, quien todo lo puede y sabe porqué hace las cosas como son, parece disfrutar en esconderse en lo mínimo porque es lo conveniente a lo  máximo. Mejor que elegir el verbo "disfrutar", muy acomodado a nuestra manera de pensar, deberíamos discurrir de otra manera, tratando de calar más y más en esa su soberanía. Pero nos empeñamos en dar lo grande a quien aparente serlo, no en hacer desaparecer lo grande en lo pequeño.

Él se muestra como es. Sin alardes, sin pretender ser distinto de lo que es realmente. En la cueva de Belén, se muestra como es para los ángeles, pastores y reyes. Nadie se extraña al encontrar en tal lugar un niño recién nadie junto a su madre y a su padre en la primera con el hombre. Por el contrario, esa fue sin duda la mejor manera de mostrarse a los hombres delante de los ángeles. Que Dios se iba a encarnar estaba anunciado miles de años atrás, y se realiza la "encarnación" sin manifestaciones extrañas. Se produce en todos los casos, "alegría"

Por el contrario, todo es tan normal que José su esposo pensó en dejarla. Y su prima Isabel, al verla llegar a su casa, se asombra de recibir la visita de quien era la Madre de su Señor, no de ver que hubiera ocurrido un algo fuera de lo normal.

Es la "humildad" la virtud que nos hace ver las cosas como son, y en el cielo la poseeremos de manera proporcional a la santidad de cada cual, y eso nos permitirá ver a cada uno como realmente es y amarlo, causa de gran "alegría".