España: «Dieciocho meses de prisión por matar una rata mientras se facilita todo para hacer un aborto»

Hemos tocado fondo en España. El absurdo se ha instalado en la sociedad, al ir menguando la presencia de la verdad.

¿En manos de quién estamos? Lo malo de esta situación radica en ese desentendimiento de la verdad; al faltar a dónde mirar, al fin del hombre, entonces comienzan a mirarse unis a otros, y nace la imitación, la copia, y el atraer las miradas de los demás a costa de lo que fuera, aunque sea el desnudo  y el escándalo.

Por una parte se copia, se imita; por otra, viene el distanciamiento con el fin de quedarse en un pedestal donde todos fijen las miradas. Los media juegan al acercamiento, y se estacionan en la vida de los demás porque no tiene límites su curiosidad malquista, sin respeto alguno por la intimidad de las personas, a cualquier precio. Pero al mismo tiempo, se alejan de cualquier tema o persona que trate de alentar a ir en busca del camino perdido. 

Por ejemplo. La aprobación en España del respeto a las ratas y, simultáneamente, la facilitación del aborto sin límites de edad ni de meses de gestación, ha provocado la intervención del Nuncio de Su Santidad, Mons. Auza, para airear lo que los media han silenciado.

El silencio de los buenos está dejando a su aire, es decir, al capricho malévolo de quienes no cejan en su empeño de arañar y morder la tradición de la Iglesia.