Frases históricas, sí, pero ¿de quién?


Hay frases que pasan a  la  historia, y se repiten luego una y otra vez  aunque no vengan al caso, sin saber de su procedencia. Este el caso de "París bien vale una misa", cuando en 1593 abjura del protestantismo para poder reinar, y aunque anduvo dubitativo en sus creencias, parece ser que muere en la fe católica.

Enrique IV de Francia, III de Navarra (1553-1610), era ambicioso y realista a la vez. Fue el primer rey Borbón a la muerte de su padre, el Duque de Vendôme, Antonio de Borbón casado con Juana III de Albret, calvinista convencida.  Quería ocupar el trono de Francia, pero sus creencias religiosas eran un obstáculo para conseguir tal fin. 

Separado de su primer matrimonio con Margarita de Valois con la anulación provisional del papa Clemente VIII en 1599, se casa con María de Médicis con quien tuvo seis hijos. Tres de ellos alcanzaron la corona: Enrique III en Francia (su sucesor), Isabel en España (por su matrimonio con Felipe IV) y Enriqueta por su matrimonio con Carlos I (rey de Inglaterra). Durante su reinado consiguió la prosperidad en Francia durante una década, mereciendo por ello el favor del pueblo.

Muere apuñalado en las calles de París por el  radical François Ravaillac en 1610. 

Y volviendo al tema de las frases históricas, en este caso, como en muchos otros, son leyenda  atribuida sin mucho fundamento a personas que nunca tuvieron nada  con su creación, pero sirven para ilustrar la conveniencia de aparentar  con el fin de conseguir lo deseado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra