Algunas especies no duermen; sólo algunos humanos pasan su vida durmiendo


Érase una vez...

El sueño. No se está de acuerdo sobre si todas las especies de la tierra duermen. Parece ser que sí, que los caballos duermen, pero muy poco, y generalmente, de pie. Los tiburones, sin embargo, no  duermen y, si lo hacen, guardan los ojos bien abiertos; descansan mentalmente en algunos lugares escogidos, pero se pasan la vida navegando.

Sólo el hombre duerme; a veces, más de la cuenta, si bien algunos apenas concilian el sueño, por voluntad o por insomnio. El primer sueño del hombre aparece en las primeras páginas de la Biblia. Dios induce un profundo sueño en Adán para  formar de sus costillas la primera mujer. Ella, Eva, "madre de los vivientes", era una criatura excepcional. No en vano había sido formada de lo más íntimo del hombre. Adán, al verla, exclama: "Esto si es carne de mi carne". En su relativa soledad, bautizando a los animales y las plantas, se encuentra después de su letargo, con una creatura semejante a él.

Se dice que nuestros primeros padres no tenían ombligo, pues no habían nacido de mujer. Sin embargo, Adán obtuvo uno por un comentario, a raíz de una pregunta de Dios, nuestro Señor. Dios le dijo, en su soledad: "--¿Qué quieres, Adán?" Y él le contestó: "--Quiero una mujer". El Señor le dijo: "--Ah, pillín, pillín", al tiempo que le tocaba con su índice el vientre, ocasionándole una especie de ombligo.

A partir de esa atracción mutua entre el primer hombre y la primera mujer, se da la unión entre ellos y de ahí venimos todo el género humano, destinados a ser felices para siempre, después de una estancia en su primer hogar del Paraíso trabajando la tierra, cuya locación se desconoce hasta el día de hoy. 

El sueño es necesario para el hombre, paro no fue creado para dormir sino para trabajar. Ese es el modo de lograr su plenitud y ganarse el cielo. No mucho más se debe hacer, excepto querer a la creación de su entorno, comenzando por la mujer, por la familia.

Ser querido es quizá el asunto más echado en falta hoy por el hombre, más necesario para su vida que el aire que respira.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra