¿Qué es el Adviento? ¿Y la Navidad?









Navidad por fuera y por dentro. Este es el verdadero secreto de la Navidad, el tiempo más hermoso y emotivo del año. Ese tan esperado Adviento comienza mañana.

En nuestro tiempo, el comercio se ha adueñado en buena parte de la parte externa de estas fiestas, al punto de instalar en sus edificios y tiendas señales luminosas  y adornos desde el mes de septiembre, y antes en alguna tienda especial.

El no respetar el tiempo de este ciclo implica moverse en otro canal, por el voraz principio de "el fin justifica los medios". Vender a toda costa, aun a costa del "tiempo" de Navidad. 

La Navidad tiene su encanto precisamente cuando se cala su sentido desde la preparación. Consiste en  acompañar a José y María por los caminos de Judea, unos 150 kms. aproximadamente, desde el pueblito de Nazaret hasta el de Belén, la tierra del pastor y rey David. El decreto de César Augusto para inscribirse en el lugar de donde eran descendientes, acompañado de su esposa María, quien estaba encinta.

Y esperar con esta familia, sin otros recursos más allá de los provenientes del oficio de "artesano" de José. 

Entonces, la Navidad sobre todo se ilumina a partir del interior, desde un  corazón que cree. Después de dos mil años de espera, el corazón debe alimentar a la inteligencia de esas escenas propias de estas fiestas, y así alegrarse con manifestaciones externas de calor, de luz, de amistad y amor porque se descubre la verdad del Adviento: la venida de todo un Dios, quien inconforme con la suerte del hombre debido a su caída en el Paraíso, se abaja y va en su busca para redimirlo de su pecado, y le enseña con su vida el camino del cielo, perdido por prestar atención a las insinuaciones de Satanás y desoír la palabra de su Creador.

La historia se sigue repitiendo. El "tentador", el "padre de la mentira" hace ver al hombre paraísos inexistentes en la Tierra, y descaminarlo de su fin: la felicidad para siempre

Elegir para este fin a una mujer de la tierra, una niña casi, María, y formar con su sangre y alimento un cuerpo de hombre para así, con esta naturaleza humana unirse a la naturaleza divina en una única persona, la del Hijo del Padre con el concurso  del amor del Espíritu Santo, la Trinidad en su plenitud.

Y esa familia humana formada por José y María van camino de Belén ahora, en estos días, para dar a luz a Emanuel, el Dios con nosotros. Y esto sí es motivo para alegrase, por dentro y por fuera. Nos cambia el sentido de la vida.

No hay una historia parecida siquiera en toda la colección de mitos de las culturas antiguas de Grecia y de Asia. La razón es sencilla: la historia del nacimiento de Jesús se genera en el amor..., y, además, es verdad.







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