"Influencers" en la universidad para todos: ¿Vale la pena?

La infuencer Celia Fuentes, de 27 años, encontrada muerta después de unos meses deprimida por un estilo vacío de vida.




Queda bien ahora decir,  incluyente. Esto es para "todos".

Por ejemplo, en el caso de la universidad, se ha llegado al punto de realizar cursos "universitarios" para cualquier asunto. Se puede pensar en las ventajas de proceder así,  al abrir las puertas de par en par se puede, en teoría, contagiar de la sabiduría reinante en las aulas a quienes, de otra manera, no  tendrían acceso.

 Veamos un ejemplo. Los destinados a ser llamados influencers. Una modelo con alto rating en las redes sociales o donde fuere se la considera una influencer. Ante tal avenida de popularidad, no falta a quien se le ha ocurrido inventar un "curso universitario" en la Universidad Autónoma de Madrid para conseguir el título de influencer.

Entre otras muchas cosas, se les enseñará a manejar el estrés y las presiones sociales de quienes suspiran por sus apariciones en público, donde se generan, sólo en España, 14 millones de euros anuales.

Ahora la universidad se va decantando por los negocios. La sociedad cambia y tiene muchos  y especiales retos. 

Si levantaran la cabeza quienes crearon las universidades en los siglos XII y XIII no entenderían cómo la cuna de la Teología y de la Filosofía han llegado a tal estado de des(composición). Ver la casa de las  Humanidades reptando tras los pingües beneficios de divas populares, podría darles un infarto serio.

La influencer Celia Gómez había padecido los trastornos de la bulimia y la depresión debido a los habituales regímenes de vida típicos en este tipo de personas, atrapadas por la recepción en su móvil de un nuevo like. 

Pero en la universidad no se hablan de estos asuntos.