Sobreponerse y recomenzar...., también en el matrimonio.

Es un buen concepto. Cuando las fuerzas fallan después de un tiempo, vale a pena sobreponerse y volver a empezar la tarea, quizá dominada desde hace muchos años.

Así sucede con frecuencia hoy en el matrimonio. ---¡Ya me cansé. ---Ya no aguanto más. Y las palabras de la  promesa "para siempre", "hasta la muerte", se las lleva el viento.

Desde luego, hay situaciones graves, sin ninguna duda. Y es ahí donde debemos fijar nuestra mirada. Se llega a los extremos a base de descuidar las pequeñas contrariedades de cada día. ¡Qué tanto cuesta pedir perdón, aun cuando te parezca tener razón! ¡Por qué echar por la borda tantos momentos de felicidad pasados en soledad o en compañía de  familiares y amigos! 

A estas situaciones se llega cuando nos empeñamos en andar solos. En el matrimonio bien considerado se plantea lo siguiente: Porque estoy casado, debo perseverar. Pero hoy, parece más común, decirse, soy libre y tengo derecho a ser feliz a mi manera, sin sujetarme a los caprichos de otro. De hecho, ya se me acabó el amor.

La verdad es que el amor, tal cual es, no se acaba nunca. Por eso se necesita caminar con dirección acompañado por quien, con criterio, pueda distinguir lo esencial y lo banal, para dar un consejo bienintencionado venido de quien bien te quiere. 

El diablo tiene preferencia por la soledad. Ahí le gusta atacar. Así ha obrado desde el principio, sugiriéndole a Eva ir contra lo prohibido por Dios, desobedeciéndole. Luego se atreve a  tentar a Jesús en la soledad del desierto.

En la vida interior conviene tener la presencia de un buen director para no perderse en los tiempos de agobio tentado por el maldito. El matrimonio es para siempre y Dios concede su gracia a quienes les ha pedido vivir en la unidad. San Pablo se quejaba al Señor en sus tentaciones, y le contestaba: "--Mi gracia te basta".

Se trata de legar al cielo. No importa si aquí en la tierra hemos errado el camino alguna vez o muchas. Entonces, con la ayuda de la gracia, se trata de sobreponerse y recomenzar.