¿Por qué crece más la violencia hoy?

La violencia crece. Hombres, mujeres y niños son sometidos a procesos de barbarie inconfesables. 

¿Acaso no se percibe ahora al encontrarse a otra persona su dignidad? Más todavía, ¿no se percata el hombre de su propia dignidad? 

La delicadeza en el trato falta desde los primeros años de la educación.  El portarse como animales, este es el significado de bullying, se da en los colegios y fuera de ellos. Y no es sino el capricho violento de algún compañero, conocido, la razón suficiente para agredir, incluso matar, al otro.

Dicho de otra manera, falta orden en la familia, en el trabajo, en la sociedad. Los padres dejan para después la diligencia en la disciplina, y los niños llegan a la juventud acostumbrados a la "corrupción intelectual" sin saber una noción básica de la obediencia, por ejemplo. La adicción surge de un por qué no a falta de seguir un comportamiento encaminado a un fin concreto donde el respeto se instala como la forma adecuada a la persona, lejos del terrorismo siempre injustificado.

No sabemos aún de los detalles, pero el asalto al esposo de más ochenta años de edad Paul Pelosi, esposo de Nancy, en su casa de San Francisco, por un asaltante con un martillo el pasado viernes, gritando por el paradero de la esposa y lastimando a Paul, deja ver la facilidad de entrar en casa ajena y el capricho violento de un desconocido cuyas lesiones exigieron una intervención clínica.

También vemos en estos días la facilidad con que protestantes por el cambio climático, entran en los museos y tratan de destruir obras del arte clásicas, jóvenes en busca de notoriedad mediática para quienes esta perturbación del orden, no ha tenido consecuencia alguna. 

Entonces, estamos asistiendo a una corrupción masiva "incapaz de ver" en los demás su dignidad y la belleza en las cosas. Por eso  da todo igual, al fin y al cabo no hay prioridad porque se carece de los principios básicos que se muestran y ordenan en la educación.