Esperanza...¿en el futuro?


Estoy convencido. El hombre puede soñar con el futuro; lamentarse de su pasado. Pero sólo tiene presente. 

Al pensar así se quita un peso de encima. Al ayer no se le puede poner remedio excepto en una rectificación  en el tiempo presente o en el guardar esa experiencia para guiar hoy nuestros pasos. Asimismo, el futuro es una proyección, con más o menos fundamento, al punto de poder reflejar un sueño, aunque también puede basarse en la fe en la seguridad de algo por venir. De cualquier manera, aunque paralice o anime a proseguir un camino comenzado, se resuelve siempre desde y en el presente.

El presente a veces se va prolongando y parece interminable, y, por el contrario, no falta cuando se presenta fugaz, sin apenas residuos excepto lo que se queda registrado, si algo, en la memoria. Por eso, acelerarse o contraer el ánimo por el por venir puede resultar en apreciaciones fútiles, que, si bien nos va distraen del "ahora", de lo que conviene hacer.

Ahora bien, esa conveniencia está sujeta a un fin, sin más garantía de lograrlo que ese ir haciendo lo debido "ahora". El más tarde, el mañana, no sabemos si va a llegar, pues pudiera acabarse ese recurso, llamado "tiempo", precisamente "ahora".

Dar pasos "ahora" guiados por la "experiencia" de ayer, y orientados por el fin a donde se quiere llegar, está muy bien. Pero, lo importante, consiste en poner los cinco sentidos en el ahora, sí, tratando de recordar, por un lado, lo necesario para encaminar los pasos a donde se pretende legar. 

Aunque ni los recuerdos ni los sueños hacen el trabajo debido. El ayer y la ensoñación no hacen trabajo alguno. Gracias a la memoria se puede recordar, y gracias a la imaginación se idea lo que no es.

Nos queda entonces el presente....para trabajar. 


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