Presidente Biden y el Papa Francisco: dos poderes frente a frente


El presidente Joe Biden con una fotografía suya junto al  papa Francisco en la mesa detrás del escritorio.




Acaba de suceder. El hombre más poderoso de la tierra, el presidente de Estados Unidos John Biden, pidió durante su estancia en Europa, ver al Papa en una Misa privada. No se aceptó su petición. Se bajaron los decibelios y pidió solamente un recepción privada. Le fue denegada. El otro poder, espiritual, la cabeza de la Iglesia, no se subordina al poder temporal.

¿Por qué? Si el presidente Biden es, además,  católico, por qué no se acepta su petición, donde podrían converger ambos poderes en una variedad de asuntos: el poder terrenal que solicita ser recibido y el poder espiritual que acoge a uno de sus fieles, que podría aprovechar esta visita de este personaje prominente para afirmar más su liderazgo.

Pero, proceder así  equivaldría a tener una visión meramente humana. Por ejemplo, el rey Herodes, que distinguía bien  entre ambos poderes, quiere acercarse con engaños a valiéndose de la visita de los Magos venidos de Oriente a quien es el Salvador del mundo. Sin embargo, al verse burlado por ellos, manda quitar la vida de unos niños inocentes menores de dos años. Algo así sucede con Biden. Por un lado, quiere ser recibido por el papa Francisco; por otro, aprueba todas suerte de prácticas contrarias a la vida, desde el aborto, la anticoncepción, las uniones homosexuales, etcétera, todas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia.

El problema comenzó cuando algunos principales de la jerarquía de la Iglesia en Estados Unidos comenzaron a discrepar sobre si se le debía negar la Sagrada Comunión al señor Biden. De hecho, algunos se la negaron y los pareceres en la Iglesia están divididos desde entonces tanto entre los fieles como en la jerarquía de sacerdotes, obispos y cardenales.

Biden, por supuesto, no puede alegar ignorancia en todos estos asuntos, y sabe también el escándalo que causa su ambivalencia en esta delicada materia debido a la posición que ocupa en la política estadounidense y en la esfera internacional.

Quizá la posición  tomada por el Vaticano le ayude a reflexionar al presidente Biden, y a tomar una posición más congruente con su fe. Esto ayudaría además a todos los demás católicos que han dudado debido a los vaivenes de sus creencias religiosas.


 

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