Presumir el cuerpo y ¿olvidar el alma?
Tenemos ahora esta vida, pero un estado sin tiempo, eterno, en la otra vida...
El hombre ha sido creado para la eternidad siendo feliz. Pero no todos lo quieren así. Algunos quieren vivir aquí para siempre e inventan modos de hacerlo sin éxito. Buscan también la felicidad pasajera y muestran al mundo la manera de serlo, pero por una u otra razón algo le ocurre a quien así vive y acaba en el pozo.
Felicidad y eternidad parecen no llevarse bien en esta tierra, al menos no tenemos noticia de quien lo haya conseguido. Se quiere creer que con suficiente dinero o bienes materiales el asunto va a funcionar...y no es el caso.
Por qué si todos lo desean nadie parece lograrlo. En primer lugar, nadie puede dar lo que no tiene. Modelan, se lucen en revistas y foros, muestran gestos y posturas estudiados para lucirse ante el mejor postor. Luego, el alma no se muestra y parece inhibirse ante tales provocaciones.
iPobre alma! Percibe cada uno de las acciones dese la cuna, pero no dice una sola palabra. Sin embargo, sí se insinúa de mil maneras dando entender eolias actuar propio de la persona y el comportarse inadecuadamente. Y va guardando todo como en un saco donde la frescura y el hedor se mezclan esperando la suerte del último día.
En aquel día ya no habrá más tiempo para rectificar. Ahora es el tiempo oportuno donde se puede dar por amor todo lo posible para contentar al otro, y desterrar todo aquello impropio para un semejante, de quien estamos hechos a su imagen.
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